miércoles, 11 de abril de 2018

Wayne Cochran (Thomastown, 1939 - Miami, 2017)

Nació en un pueblo del más profundo sur estadounidense, en el Estado de Georgia, en el seno de una familia muy pobre, pues su padre era molinero y su madre jornalera. Aún así pudieron ahorrar para comprar una radio y el pequeño Wayne empezó a sentirse atraido por la música country y rhythm & blues que oía en las ondas, pero para cuando llegó al instituto la influencia del emergente rockabilly fue trascendental. Fundó su primera banda del género, Los Rockin´ Capris, y en 1955 dejó los estudios para dedicarse plenamente a su carrera musical. Se trasladó a la cercana Macon, entonces con un brillante panorama musical, donde empezó a tocar el bajo en la banda de la futura estrella Otis Redding. Bien arropado, consiguió Cochran grabar la balada rocker "My little girl" (1959) en la modesta discográfcia Scottie, que apenas se vendió. Siguió actuando ya por su cuenta, y finalmente grabó su magnífico y ultra-trágico high school "Last kiss" (1961) en discos Gala, que aunque no fue un superventas, le dió un inmenso renombre cuando otras bandas lo grabaron y lo auparon a altos lugares de las listas de éxitos. -sobre todo J Frank Wilson & the Cavaliers-. Allí hizo también rockabillys cono "Funny feeling" o "Liza Jane", pero pasó a discos Confederate donde grabó la balada high school "Dreams" (1962), y luego a Aire Records donde hizo "Cindy Marie", un tema un poco al estilo Buddy Holly. En discos Deck hizo el baile rockero "Monkey, monkey" (1963) y su calidad y su capacidad para componer hizo que los de la influyente discográfica King le fichase y le reeditase este disco. Aquí la influencia de la música soul que llevaba años demostrando, generalmente en conciertos y en las caras B de sus discos, desde que trabajase para Redding, explotó finalmente al conocer en la casa a James Brown, padrino del soul. Al igual que este convirtió sus conciertos en todo un espectáculo, por su dinamismo en escena, por sus bailes frenéticos y por hacer participar a todo el público. Tiraba confettis y serpentinas, e invitaba a bailar con él al público de las primeras filas al que constantemente rellenaba las copas con alcohol personalmente. Su imagen no se quedaba atrás, con un inmenso tupé rubio platino, que pronto se volvería blanco, y vestimentas igualmente llamativas. Bautizó a su nuevo grupo (plagado de futuros músicos de prestigio) como Los C.C. Riders y él no tardó en ser conocido como El caballero blanco del soul. Así, tras el híbrido "Wrong number, wrong gal" (1964), le fue muy bien con su versión del "Harlem shuffle" (1965), ya habiendo pasado a discos Mercury, y sobre todo con "Goin´ back to Miami" (1966), una canción que se convertiría en una especie de himno propio, aclamada sobre todo cuando actuaba en la ciudad del título, algo que empazó a hacer con tanta frecuencia que terminño estableciéndose allí. Pasó a discos Chess, donde hizo más buenos discos soul, como "Some-A´ sweet your love" (1967), o baladas, como "Up in my mind" (1968). Se hizo tremendamente popular en esos años gracias a sus apariciones en televisión, muy celebradas, y comenzó a actuar con regularidad en Las Vegas, coincidiendo con el mejor Elvis del momento, resultando muy influido por su nueva extravagante forma de vestir. Pero sus discos de los años 70 fueron bastante mediocres, haciendo versiones soul inferiores a las originales y demostrando que había perdido voz. Quizá en parte por ello en 1981 se hizo pastor y siguió actuando casi con exclusividad para su iglesia, aunque protagonizó una reunión concreta con sus C.C. Riders en 2001. Retirado, murió de cáncer a los 78 años de edad.
Músicos: Wayne Cochran (voz), Charles Brent (guitarra), Jaco Pastorius (bajo) y Jasun Adel (batería).

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