Richard Charles Kneller, que tal era su verdadero nombre, era un niño británico que destacó en seguida por una voz tan portentosa en el coro eclesial (llegó a cantar ante el arzobispo de Canterbury, segunda autoridad de la Iglesia Anglicana ) y un oido tan fino para la música que se recomendó a sus padres que se le formase para ser cantante de ópera. Pero su familia era de origen muy humilde y no podía permitirse esos dispendios, por lo que el cielo perdió un angel y el infierno ganó un demonio. En su adolescencia Dickie, como ya le llamaban, se inclinó por el skiffle, estilo proto-rockero inglés del que formó su primera banda, Los Semi-Tones, ensayando el poco tiempo que les permitían los pluriempleos que tuvo que buscarse para ganarse la vida. De uno de ellos, como picapedrero, fue despedido por cantar todo el rato mientras curraba, como veis los explotadores tienen la misma amargura existencial en todas partes. Consiguieron algunas actuaciones, derivando pronto hacia el rockabilly, incluso en el centro de Londres, y allí es donde le vio y quedó prendado de su saber hacer el ya entonces famoso pianista Russ Conway, el cual le recomendó a su amigo el productor Larry Parnes, uno de los más importantes de Gran Bretaña. Este le contrató sin dudarlo y le dió su apellido artístico de Pride, lanzándolo con gran bombo y platillo a la arena del mayor escenario cubierto del Reino Unido. Dickie no decepcionó y embelesó con su voz y movimientos a público y crítica, la cual lo bautizó, tan sensacionalistamente como solo sabe serlo la prensa británica, como "El jeque del tembleque". Empezaron las giras, las apariciones en televisión y radio, su primer single, la versión del tema de Little Richard "Slippin´ & Slidin´" (1959), y el honor de ser telonero de gente como Billy Fury o Marty Wilde. Sin embargo, de forma sorprendente, sus discos no se vendieron bien y solo "Primrose lane" llegó a un decepcionante número 28 de las listas, lo cual se explica porque los discos no reflejaban el espíritu y la energía de su presencia y su directo, donde gustaba de vestir ajadas chupas de cuero. Por ello no perdía el atractivo en televisión y Pride fue el elegido para aparecer en la primera entrega del show hertziano "Wham!" en abril de 1960, así como lo había sido en varias de "Oh boy!". Pero para el año siguiente, entre la caida en picado en popularidad del rock & roll clásico y el fracaso en las ventas, se intentó transformar a Dickie en un cantante más meloso y con esto ya se estrelló definitivamente, lo que unido a cierta violencia que empezaba a mostrar debido a sus abusos con el alcohol y los porros (no se ha aclarado aun hasta que punto influyó su estado en el accidente de coche que tuvo mientras viajaba con Fury, del que salió milagrosamente ileso), hicieron que Parnes cancelase su contrato. Pride formó entonces otros grupos con la intención de empezar de cero, entre ellos Los Guvnors (que hubieron de disolverse tras un grave accidente de tráfico que dejó impedido a algún compañero) y Los Sidewinders, empresa no muy realista que terminó en fracaso. Se casó y tuvo un hijo, pero de las medicinas para tratar su creciente perturbación mental pasó a otras drogas más duras como la heroina y el LSD, ácido este que le llevó a encerrarse en casa durante días porque decía que había un dragón en Hyde Park. De ahí a la demencia más absoluta solo había un paso y para 1965 su carrera ya estaba absolutamente acabada, debiendo emplearse a tiempo parcial como dependiente en una tienda de maquinas de coser Singer (Cantante). Ello le afectó aun más y su locura se estaba volviendo tan peligrosa que fue internado en un manicomio, lugar donde finalmente se le hizo una lobotomía con el fin de controlar su cuerpo y relajar su alma. Devuelto a casa como un zombi, en el interior de su cerebro aun quedaban resabios de tiempos pasados y regustos por las drogas y su madre se lo encontró muerto en su cama por una sobredosis de pastillas cuando solo contaba 27 años de edad. A su entierro fueron Billy Fury y otras estrellas, que lo consideraban el más talentoso cantante británico. Se escribió una obra sobre su trágica vida llamada "Pride con prejuicios", en referencia a su más famoso álbum: "Pride sin prejuicios", todo lo cual hacía juego de palabras con la famosa novela de Jane Austen "Orgullo y prejuicio" (Pride significa orgullo).
Músicos: Dickie Pride (voz), Albert Lee (guitarra) y las orquestas de Eric Jupp y Ted Heath.
"Slippin´ & Slidin´"
1 comentario:
Una gran entrada de un personaje no muy conocido, la relacion con Billy Fury fué muy intensa, llegando a convertirse en casi hermanos. Triste final eh, enfermo mental y teniendo el lamentable honor de ser el primer cantante británico en fallecer por las drogas, estrella con tan solo 17 años, junto a Cliff Richard, Tommy Steele, Adam Faith y, por supuesto, Billy Fury...una gran historia de ascenso y caída a los infiernos de la heroína y la locura...Enhorabuena me ha encantado recordarlo
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