jueves, 2 de febrero de 2023

Myles Connor (Milton, h. 1945)

Natural de un suburbio de Boston, Massachussets (EE.UU), de origen irlandés, y como muchos de su etnia y ciudad entonces, era hijo de un condecorado policía. A finales de los años 60 fundó una banda de rock & roll y rockabilly salvaje llamada Myles & the Wild Ones, que en seguida se creo una gran reputación en la zona, pues sus actuaciones en directo eran memorables y su imagen, a base de cuero negro, era impresionante. Luego continuo su carrera en solitario, con o sin los Wild Ones detrás (en  ocasiones apareciendo su apellido como Conner), llegando a grabar un single, "Someone, somewhere",con "Hey little school girl" en la otra cara. Pero por si ello fuera poco llevaba otra vida paralela todavía más peligrosa y salvaje: se convirtió en un hábil experto ladrón de obras de arte. Era un estudioso del arte, y comenzó a robar cuadros y esculturas de mansiones cuando solo tenía veinte años, pero en seguida se atrevió a robar en museos. Su sistema era en ocasiones sorprendentemente simple, llevándose cuadros de pequeño y mediado tamaño pero de gran valor escondidos bajo el abrigo o, haciéndose pasar por vigilante o policía. Connor los vendía después a coleccionistas ilegales o bien pedía por ellos un suculento rescate al mismo museo víctima del robo, siendo uno de sus más espectaculares golpes el del museo de Bellas Artes de Boston en 1974. Su error fue involucrarse también en robos de bancos, llegando a protagonizar un espectacular tiroteo con la policía, así como traficar con cocaína, y siendo finalmente detenido. Ello no acabó con su carrera, pues escapó de una prisión de Maine, y aunque volvió a ser capturado, esta vez con una pena de cárcel realmente dura, organizó entre rejas un gran robo a al museo Isabella Stewart Gardner de Boston (entre cuyas obras había incluso Rembrandts y Tiziano) a cargo de unos socios, en 1990. El valor de lo robado superaba los 200 millones de dólares, uno de los mayores de la Historia. A cambio de devolver algunas de las obras se le prometió una gran rebaja de su pena, además de la recompensa, táctica que trataron de copiar otros delincuentes. A Connor sí le salió bien, pues aunque enfadado con sus secuaces por haber cortado las telas para llevárselas sin el marco (mutilación que él personalmente nunca habría hecho), salió pronto de prisión. Después, asustado porque el temible gangster y confidente del FBI Whitey Bulger intentó cargarle crímenes que él juraba no haber cometido, incluyendo el asesinato de dos mujeres en Massachussets en 1981 (que seguramente cometió el propio Bulger), decidió quitarse discretamente de en medio. Ahora, después de un infarto en 1998, vive alejado del delito y del rock and roll.
Músicos: Myles Conner (voz y guitarra).   

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