"Twist around the clock" (Oscar Rudolph, 1961)

Pasado el rock & roll más clásico y pionero, llegaron los grandes genios del rockabilly más salvaje, que asombraron y escandalizaron al mundo. La industria discográfica vio una mina en el mercado de los jóvenes sí, pero mejor aún si podían enfocar el rock & roll hacia todos los públicos, siendo así como se volcaron en apoyar los sub-estilos rockeros high school, doo-wop y los rocks más bailables, como el twist, que acababa de surgir como una tromba ese año de 1961. Esta película significa su reafirmación, puesta de largo y vehículo para su explotación y promoción a  gran escala, demostrando en su metraje que es un baile que puede bailar cualquiera, viejos, patosos y gordos incluidos. No obstante, se demuestra que, los que quieran lucirse, han de tener buena forma física y una poca de gracia. Impagable la escena en que los jóvenes twisters más experimentados se lijan la suela de los zapatos para bailarlo mejor. El detalle del título es ya paradigmático de tiempos que se quieren dejar atrás, recordando aquel ya lejano "Rock around the clock" de Bill Haley, casi el comienzo de toda esta locura llamada rock & roll. Pero la película no es una frivolidad estúpida y solo comercial, sino un muestrario inteligente y evolucionista solo en parte, pues muestra simpatías hacía un R&R que, no solo no está olvidado, sino que al enfocarlo hacía mayorías, demuestra al fin que está ahí para quedarse, solo que abarcando más público y sub-estilos. Que el rockabilly estaba quedando obsoleto lo demuestran de forma muy inteligente en la primera escena de la película, cuando el promotor Mitch Mason (verdadero protagonista de la película, interpretado por el debutante John Cronin) se desespera cuando nadie entra a ver su concierto de Jimmy Cook & the Kooks. Cook, interpretado por el actor secundario Tom Middleton, es un rocker a la vieja usanza, de largos tupé y patillas y actitud provocadora, y parece que el nuevo público ya no está por la labor. Mason se da cuenta cual es el futuro al asistir a un concierto de twist  de Clay Cole. Este, durante la película, cantará y bailará sus propias composiciones "Don´t twist with anyone but me", "Here, there and everywhere", "The twist is here to stay" y la que dá título al film, acompañado de excelente grupo, coros y una pareja de bailarines que son un primor: Mary Mitchel y Jeff Malloy. Tanto como del twist, Mason se enamorará de la chica, pero la verdad es que la parte romántica del argumento es completamente inane y tangencial. No se pretende otra cosa, Mason quiere promocionar el twist y ese es también el único objetivo de la película, sin hipocresías y con bastante calidad por parte del reparto y la dirección, por no hablar de un compendio de extras lleno de chicas guapas, al fin con pantalón. Además se derrocha sentido del humor, con bromas que usarán en obras maestras como "Grease", "¡Top Secret!" o  "El príncipe de Bel-Air" (reto a encontrarlas). Eso sí, la única emoción o intriga de la cinta estriba en saber quién protagonizará la siguiente actuación, por lo general mejor que la anterior. Aparte del citado Cole, muy fino en toda la película y una sorprendente baza, aparecerán unos Marcels con no su mejor formación e intentando un poco artificialmente subirse al carro del twist con "Merry twist-mas", pero bueno, al fin y al cabo Los Marcels son Los Marcels. También se intenta promocionar a la sosa jovencita Vicky Spencer como nueva estrella de la canción, y aunque se quedó en el camino aquí luce bien en el high school "He´s so sweet" y menos en la balada corta-rollos "Too many boyfriends". Pero amigos, aquí aparece Dion, recientemente separado de Los Belmonts, para erigirse en una de las mayores estrellas del firmamento rockero, presentando e iluminando la pantalla con "The Wanderers", "Roundaround Sue" y "The Majestic", inmortales obras maestras del rock. Y como no, la aparición estelar del recién entronado rey del twist, el mismísimo Chubby Checker, que cantá y baila como un ángel dislocado "Twistin´ U.S.A.", "Your lips are mine" y "Twist along". Esta película, que no se estrenó en España, aunque sí en algunos países hispano-americanos bajo el título "Al compás del twist", es muy recomendable para pasar un buen rato, no en vano su director era el veterano del entretenimiento televisivo Oscar Rudolph, que luego haría otra película de twist, "Don´t knock the twist", aunque sería más conocido por dirigir bastantes episodios de la inolvidable serie "Bartman" de los años 60. Cronin, a pesar de su excelente debut, se retiraría del cine poco después por causas desconocidas, y fallecería sumido en la oscuridad en 1987. Mitchel haría carrera televisiva en los años 60, con el interludio de su participación en el film "Dementia 13", una de las primeras películas de Francis Ford Coppola (Francisco Pola, que diría la enchufada presentadora Ana Radigales). Precisamente la amistad con Coppola la llevó a retirarse de la actuación para empezar a trabajar con él en otros aspectos del rodaje detrás de las cámaras, y en ello siguió hasta su jubilación hace pocos años. Por último decir que el simpático Malloy, tras algunos pequeños papeles televisivos, consiguió alcanzar su sueño de ser bailarín profesional. Por desgracia problemas coronarios le obligaron a dejarlo, y sobrevivió presentando espectáculos en Las Vegas, hasta su muerte, víctima de un infarto, cuando acababa de cumplir 50 años de edad.