jueves, 10 de enero de 2019

"Barrio peligroso" (Basil Dearden, 1958)

Desconocida joya británica del cine en apariencia rocker, no es en realidad tal, sino una película policiaca con el surgimiento y primer auge del rock & roll como trasfondo. Aunque la película empieza con el rockabilly "Play rough", a cargo de Johnny Luck (del que poco más se sabe), a la postre única canción de la cinta, que se repite una y otra vez, no estamos ante una obra promocional del rock, como tantas otras de la época. Es más bien todo lo contrario: Una advertencia de lo pernicioso del R&R, culpable absoluto de la ola de delincuencia juvenil de los años 50, incluso en Gran Bretaña (impagable la escena en la que el conservador policía de la vieja escuela, partidario de pegar a las mujeres para que se callen, mira con total desprecio a los jóvenes bailando rock & roll). Pero no importa, con la sabiduria que nos da la perspectiva histórica, y sabiendo que finalmente triunfó el rock, todos estos errores de apreciación se ven incluso con regocijo. Ello, claro está, porque la película es infinitamente mejor a todas aquellas otras promocionales del R&R de los años 50 en Estados Unidos, no en vano el director era de los mejores directores ingleses de su época y que, por desgracia, murió joven. El guión es sensacional, con buenos diálogos, situaciones e incluso con sutiles bromas gruesas, impresionantes para la época. El reparto es, además, casi inmejorable, con futuras estrellas del cine inglés, como Stanley Baker, Ann Heywood o Peter Cushing, así como la modelo Benice Swanson, en el papel de muda chica rocker. Swanson, que fue novia de Marty Wilde, grabó algún disco de northern soul y marchó a Estados Unidos en busca de fortuna, donde se casó y donde se suicidó cuando solo tenía 32 años. Pero quién destaca por encima de todos en la cinta es David McCallum en el papel de Johnny, el atormentado líder de los degenerados jóvenes, cuyo personaje, sin duda, en algunos momentos sirvió de inspiración para la creación de algunas escenas de Escorpión, el psicópata de la inmortal obra maestra, duela a quién duela, "Harry el Sucio". No quiero contar mucho más para todos aquellos que, con buen juicio, quieran verla, pero diré que la acción se desarrolla en el Liverpool de los años 50, con el rock & roll casi recién aterrizado, latente como una amenaza más sobre los depauperados varios obreros de la ciudad. Otras más evidentes son la extrema pobreza a la que el capitalismo les está llevando, y hablando concretamente una serie de incendios provocados que tienen en alarma constante a policías y ciudadanos. Entre medias, un grupo de teddy boys de malos instintos y tendencias racistas, tal y como en su época en Inglaterra habían dejado ver. Interesante pensar que en esos momentos unos aún desconocidos Beatles se movían en esas calles y en ese ambiente. Altamente recomendable.

No hay comentarios: