Antes de la llegada de los europeos la música que se hacía en las islas Hawai era casi idéntica a la del resto de la Polinesia, basada principalmente en la percusión de instrumentos básicos como el tam-tám (un tronco hueco), el chocar de cocos vacios y en ocasiones el soplado de caracolas, todos tocados por multitud de personas a la vez, creando un ritmo in-crescendo que se podía oir a kilómetros de distancia, tanto para anunciar momentos de guerra como festividades. En los momentos más festivos se bailaba a su ritmo en una danza llamada hula, en la que los hombres saltaban y pataleaban mientras que las mujeres movían sus caderas de forma muy seductora. Aunque al contrario que otras islas de la Polinesia, el archipielago fue conquistado por los ingleses, aquí también llegó la influencia musical ibérica, cuando marinos portugueses y españoles introdujeron la guitarra, que aquí adoptaría variaciones como el ukelele, la guitarra hawaiana, el tipple (una guitarra con cuatro grupos de tres cuerdas), y steel guitars, todas con un sonido peculiar, que las más de las veces alargaban las notas. En un principio las nuevas melodías que surgieron de la mezcla de los elementos nativos con los instrumentos europeos no tenían letra, pero a partir de finales del siglo XIX se le empezó a añadir, destacando "Aloha Oe" (1890), obra inmortal y aún siempre recurrente de la reina y compositora local Lili´Oukalani, aunque quiza con demasiadas influencias germánicas que habían atemperado y civilizado demasiado el ritmo original polinesio. Ha de decirse que casi siempre las letras hawaianas hablan de los paradisiaco y acogedor de su tierra, algo con lo que el capitan Cook, su descubridor no estaría de acuerdo, pero eso es otra historia. La influencia del ragtime a principios del siglo XX no devolvió esa tradición, pero si su animación original, y surgieron buenas bandas de este estilo mezclado, llamado hapa haole, destacando "My Waikiki mermaid" (1903) de Sonny Cunha. De todas formas seguía siendo un estilo muy local, y no fue hasta la popularización de la radio y el turismo a las islas, en los años 20, que el público estadounidense pudo conocerlo y, pronto, enamorarse de él. Aparecieron grandes grupos y solistas, como Helen Louise & Frank Ferara, Jay Ball´s Kona Hawaiians, Pali Lua, Sol Hoopii o Charles Kama & his Moana Hawaiians, que salieron de gira en el circuito de vodeville y actuaron en la radio nacional. Aparte de que el ukelele y la steel guitar se convirtieron en habituales de otros géneros (como el country), la guitarra hawaiana fue modificada en 1925 al añadírsele un resonador metálico que hacía las notas mucho más largas, siendo este nuevo instrumento patentado por los hermanos Dopera de California, dándosele el nombre de Dobro. Para 1935 ya se tocaba mucho junto a la steel guitar, sobre todo por el tejano Bob Dunn, de los Musical Brownies, que la incorporó a su repertorio de hillbilly-jazz y el dobro se ha incorporado desde entonces como algo típico a la instrumentación del country. El swing y el jazz parecían casar muy bien con la música hawaiana y esto sucedió a mansalva durante los años 40, en que miles de militares pasaron por allí durante la segunda guerra mundial y poco después, intercambiando influencias entre tierra firme y las islas y consolidando la música local en este mestizaje durante años a la vez que surgía un movimiento purista de la música nativa. La película "De aquí a la Eternidad" (1953) sería buen reflejo de ello, entre otras cosas. El surgimiento del rock & roll parecía que podía relegar la música hawaiana entre las nuevas generaciones, pero la inmensa figura de su rey, Elvis Presley, se ocupo de que no fuese así, valorándola y devolviéndola a la actualidad ya desde su película "Amor en Hawai" (1961) y otras, así como ofreciendo el primer concierto mundial televisivo vía satélite desde Hawai. La música surf recibió también cierta influencia y desde entonces el rock & roll aceptó las influencias hawaianas, tanto puristas como de fusión, y han sido mucho los artistas del rock que le han incluso dedicado álbumes enteros. Siempre ha existido, empero, un movimiento purista de la mísica hawaiana, tanto allí como por aficionados del resto del mundo, entre los que podemos destacar, en los años 70 y primeros 80, al peruano Merlín. El nuevo-revivalismo rockabilly del siglo XXI, más abierto a nuevas tendencias que el quizá más cerril de los años 80, también recoge la influencia polinesia con los brazos abiertos, tanto musicalmente como socialmente (fiestas hawaianas, hulas, ...) como en estética (camisas floreadas, tikis, collares de flores, sombrillas de palo, ...).
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