Tras el nacimiento del rock & roll uno de los primeros paises a donde se extendió fue a Cuba, algo lógico si tenemos en cuenta que en los años 50 la isla no era más que un títere del gobierno y la mafia estadounidense, a la que había colonizado económica y socialmente. Antes de que Fidel llegara para solucionarlo, fueron muchos los jóvenes cubanos que pudieron conocer el rock casi de primera mano, formando algunas agrupaciones para tocar en clubs y hoteles, mayoritariamente frecuentados por yanquis, entre ellas destacan las orquestas de los hermanos Castro, los Aragón y la Sonora Matancera. Dos de estos nuevos aficionados fueron los hermanos Llopis, Manuel (al que todos llamaban Ñolo) y Francisco, que emigraron a Estados Unidos, oficialmente para completar sus estudios de ingeniería pero con la secreta intención también de conocer de primera mano el desenvolvimiento del rock desde sus orígenes. Francisco aprendió a tocar la steel guitar y para cuando volvieron a Cuba disponían ya de un buen repertorio proto-rockero con el que asombrar a familiares y amigos, aunque nunca perdieron el ritmo caribeño tan caro a su país. Su estilo llegó a oidos del músico Ñico Rojas, que les aconsejó que incorporaran más instrumentos si querían vivir de la música, presentándoles al pianista Felipe Dulzaides y al saxofonista Leandro Torres. Bautizándose con el no muy elaborado nombre de Cuarteto Llopis-Dulzaides, se dedicaron a tocar en salas de baile con gran éxito, incorporando algún tema de rock de Bill Haley principalmente, entre los cha-cha-chás y boleros, que era lo que más pedía el público. Cuando el r´n´r se va abriendo camino en su repertorio, Dulzaides, que era más amante del jazz, decide dejar el grupo en 1956 para formar su propio combo, Los Armónicos. Fichan entonces al simpático gigantón Manolo Vega como cantante, el cual ya había ganado un concurso nacional, empezando ya a parecer una verdadera banda de rock and roll a pesar de lo exigüo de su instrumentación. Los Llopis, como ahora se llaman, fueron llamados a la radio y televisión, llamando pronto la atención del gran público y siendo en seguida considerados como pioneros del rock & roll cubano. Les ficharon los del sello Meca, que cobardemente el primer disco que les editan es de boleros, destacando el single "No pidas más perdón" (1958), para decepción de sus más inteligentes seguidores a pesar de que Francisco tuvo el acierto de ponerle los ritmos hawaianos tan característicos de su steel guitar. Rebelándose contra esta ceguera deciden grabar un álbum de versiones de rock & roll estadounidense, generalmente de Haley y Elvis, pero en castellano, y así es como nacen "No seas cruel" ("Don´t be cruel"), "Al compás del reloj" ("Rock around the clock") o la fabulosa "Estremécete" ("All shook up"), obras pioneras del rock en español. Es tal su éxito que pronto son reclamados de Méjico (donde se establecen cuando triunfa la Revolución Cubana) y fichan por la discográfica Peerless, la cual estupidamente se empeña en editarles un disco de boleros. Afortunadamente, la presión de la juventud requirió más temas de rocanrol y así es como nace el mítico álbum "Rockabilidad" (1959). A pesar de que, como podeis suponer, el rockabilly inunda ese vinilo es el único tema fuera del genero, el horrible "La pachanga", el que produce eco en España y se les ficha aquí por medio del sello Zafiro. Regraban viejos temas y triunfan en nuestro país con "La puerta verde" (versión del "Green door") y con su remozado "Estremécete" (1960), que llega al número uno de las listas. Inician giras por Europa, Sudámerica y Estados Unidos, quedándose cada vez más tiempo en este país, incorporándose algunos de ellos a la colonia de ratas del exilio de Miami. Durante esta época se rumoreó que el avión en el que viajaban había desaparecido en el Triángulo de las Bermudas, misterio entonces de moda, pero era un bulo no sabemos si mal-intencionado o publicitario. En los primeros años 60 hicieron bastante twist y high school, pero los ritmos latinos, que volvían a estar de moda hicieron grave daño a su música poco a poco, hasta que finalmente decidieron separarse. Torres falleció de un infarto en Miami en el año 2005 pero el resto siguen vivos y radicados en California o Florida, aunque separados musicalmente (salvo conciertos concretos). Vega ha sacado un horrible disco en solitario de viejos éxitos mezclado con música latina y Francisco Llopis tiene una orquesta en Los Ángeles, también de esta musica ramplona e inaguantable.
Músicos: Manolo Vega (voz), Manuel "Ñolo" Llopis (guitarra), Francisco "Frank" Llopis (steel guitar) y Leandro "Leo" Torres (saxo, piano y acordeón).
"Estremécete".
3 comentarios:
Escucha Jesús, una pregunta: ¿eran Los LLopis los que cantaban Singing the blues en español? "Nunca sentí tantas ganas de llorar, como cuando me dijiste que me ibas a dejar, ¡qué tristeza, llora mi corazón¡".
Si amigo, su versión se llamaba "Cantando mis tristezas" y es de 1963. ¡Buena memoria voto a tal! Felicidades desde aqui también por tu cumple.
Gracias Jesús, seguiremos rockanroleando. Un abrazo.
Publicar un comentario