"Jamboree!" (Roy Lockwood, 1957)

El proyecto inicial estaba pensado para ser una más de las películas de promoción del rock and roll presentadas por Alan Freed, pero no se pusieron de acuerdo sobre el salario y la producción y las ideas sobre la película cayeron en otras manos. El papel de Freed desaparecería casi por completo, si bien aparecerían una serie de pincha-discos durante un tramo de la cinta, algunos de los de más éxito de Estados Unidos, Canadá e Inglaterra, entre los que cabe destacar a un Dick Clark anterior a su inmensa fama televisiva y a un siempre divertido Jocko Henderson, vestido de viajero espacial para la ocasión y para desentonar aposta con sus trajeados y serios colegas. El peso del argumento recaía ahora en dos historias de amor que trancurren casi al unísono, la de dos managers, ex-matrimonio y separados por sus pocos escrúpulos en los negocios, y la de sus sosos representados, dos jóvenes cantantes aspirantes a estrellas, Pete Porter (interpretado por Paul Carr) y Honey Wynn (interpretada por Freda Holloway, pero cuyas voces en las canciones las pone Connie Francis). Como parece que no lo van a conseguir por separado les juntan en el insoportable dueto de música ligera Pete & Honey, que triunfa en seguida no se sabe bien porqué. Durante los ensayos, sesiones de grabación, giras y actuaciones de la pareja irán apareciendo por pantalla algunos de los más grandes del momento, deleitándonos con su música. Así, Carl Perkins ("Glad all over"), Jerry Lee Lewis ("Great balls of fire"), Charlie Gracie ("Cool baby"), Buddy Knox ("Hula love"), Jimmy Bowen ("Crossover"), Frankie Avalon ("Teacher´s pet"), Fats Domino ("Wait and see"), Rocco & his Saints ("Record hop tonight"), The Four Coins ("A broken promise"), Lewis Lymon & the Teenchords ("Yor last chance"), Joe Williams ("I don´t like you no more"), Slim Whitman ("Unchained my heart") y Count Bassie & su orquesta ("One O´Clock jump" y el tema de los títulos de crédito, "Jamboree"), lo que ha hecho creer a muchos incautos que el argumento es una excusa para mostrar sus actuaciones y publicitarles. No es tal, sino todo lo contrario. Desde el momento en que cayó en  otras manos la película se concibió como un vehículo de lucimiento de Porter y Holloway, a los que se quería lanzar al mundo de la canción y la pantalla, luciendo como reclamo, para que al cine fuese el público juvenil, a los artistas citados. Los productores pensaban, como tantos otros cegatos, que el rock & roll era un moda pasajera que desaparecería en cuestión de meses, y preparaban a la insulsa pareja como las nuevas figuras familiares, temerosas de Dios y cantantes melódicos del futuro, como si  nada hubiese pasado en el mundo musical en los últimos tiempos. Así, las horribles baladas que cantan Pete & Honey, "Twenty-four hours at day" y "Who are we to say?", ella sola (en realidad, como hemos dicho, Connie Stevens) "Every night at midnight", "For childen of all ages" y "Siempre", y él solo "It´s not for you", lo dicen todo. Además aparecen como añadido lastre musical Ron Coby (por el ridículo tema "Toreador"), pseudónimo para los Estados Unidos del Elvis brasileño Cauby Peixoto, y Jodie Sands con su peor canción ("Sayonara"), mientras que a los rockeros del film se les obliga a estar más estáticos y menos provocativos de lo normal. Sus apariciones son parte de la historia del rock & roll (el director musical era el gran compositor Otis Blackwell) pero quitando estos breves momentos la película se tranforma en un coñazo dificilmente soportable, como lo son la pareja protagonista, sin atisbo de espíritu rockero o desafio a lo establecido. No hay ni siquiera un momento de humor (quitando los treinta segundos del gran Jocko) o una linea de diálogo ingeniosa, desaprovechando uno de los mayores presupuestos de este tipo de películas en su momento. Ni que decir tiene que ni la película, ni Holloway ni Carr triunfaron, y estos dos jóvenes se tuvieron que conformar el resto de sus carreras con hacer pequeños papeles televisivos o actuar en el teatro,mientras que su director, Lockwood, no volvió a dirigir. Este murió en 2002 y Carr en 2006.