viernes, 9 de diciembre de 2016

Mickey Gilley (Natchez, 1936)

Nacido en el seno de una paupérrima familia de recolectores de algodón del norteamericano estado de Misisipi, tenían sin embargo un enorme talento musical en los genes, como lo demuestra que primos suyos eran nada menos que Jerry Lee Lewis, Carl McVoy, Jimmy Swaggart y Linda Gail Lewis. El mismo padre de Mickey abrió un bar con actuaciones, pionero entonces en aceptar por igual -aunque en dos salas separadas- a blancos y negros, si bien el tímido y obediente Mickey, al contrario que sus primos, no se atrevía a acudir. Provenientes de familias ultra-religiosas (la madre de Mickey incluso hablaba en lenguas en la iglesia pentecostal y el primo Jimmy no tardó en empezar a tener visiones proféticas), mezclaron estos ritmos profanos con los gospel que practicaban en el órgano de la iglesia, dando lugar a su peculiar estilo cuando se ponían a tocar. Jerry tenía un don natural y era auto-didacta y rompedor, así que empezó a enseñar a tocar a Jimmy y Mickey en el piano que le habían comprado, cuando solo contaba ocho años de edad, contagiándoles sus influencias y estilo salvaje apegado al boogie-woogie. Durante la pùbertad Mickey, un buen chico, rechazó la oferta de sus primos de montar un trío al piano para tocar en garitos de la zona, para no pervertise con su ambiente a tan temprena edad (incluso él mismo comenzó a hablar en lenguas), y prefirió trabajar como aprendiz en una compañía eléctrica y, tras casarse y tener hijos, en la empresa de construcción de su suegro de Houston a cambio de un sueldo mísero. Cuando un Jerry Lee Lewis rico y convertido en estrella del rock & roll llegó a su ciudad, Mickey vio que había estaba perdiendo el tiempo y que la música era también su futuro. Grabó el rock & roll "Tell me why" (1957) en un sello tan modesto que pasó desaparcibido, y "Call me shorty" (1958), ahora para el sello Dot, un excelente rock & roll salvaje, se vendió aceptablemente bien pero estaba lejos de ser el éxito esperado. Se puso el epíteto, un tanto exagerado, de Mr. Excitement, y siguió editando buenos singles rockeros como "Drive-In movie" (1959), "Is it wrong" (1960), "I need your love" (1961), "I still care" (1962), "I ain´t Bo Diddley" (1963) -un curioso tema muy en la linea del músico del título-, la balada "Lonely wine" (1964), de éxito local, y versiones de otros astros del rockabilly, como su muy buena "Lotta lovin´" (1965). Incluso creó su propia discográfica, Astro, y grabó usando el pseudónimo de Freddy Vel, pero era un calco quizá con menos carisma de lo que hacía su primo (hasta grabó versiones de famosos temas suyos), y fracasó. Tras una operación de corazón a vida o muerte y un divorcio y nuevo matrimonio, hubo de conformarse con una réplica cercana de Jerry Lee que tocaba como músico residente en un club nocturno de Houston, con gran éxito local, eso sí. También convenció finalmente a su primo Jimmy Swaggart para que grabase un disco sacro en Sun Records, cosa que en cambio a él siempre le estuvo vedada. Con el tiempo decidió reciclarse en cantante country, abriendo un club donde cantar, el Gilley´s un antro mítico considerado el mejor bar honky-tonk del mundo, con el primer toro mecánico en ser instalado fuera de los campos de entrenamiento de los rodeos que se hizo mundialmente célebre al aparecer en la película "Cowboy de ciudad". Haciendo un country con piano de resabios rockeros le fue bastante bien en los años 70, consiguiendo algunos números uno en las listas country, como "City lights" (1974), "Window up above" (1975), el rock & roll "Don´t the girls all get prettier at closier time" (1976) o "She´s pulling me back again" (1977). Más rockabilly etílico estilo familiar en "The power of positive drinkin´" (1978), el álbum de canciones de amor "The songs we made love to" (1979), grandes versiones números unos del "Stand by me" (1980) -que grabó para la banda sonora de "Cowboy de Ciudad", donde también aparece, y que le dió un nuevo empujón a la cima- o "You don´t know me" (1981) y grandes éxitos country, como "Talk to me" (1982). A finales de los años 80, su estrella empezó a decaer, pero siempre tuvo tiempo para melodías clásicas del rock & roll, como su emocionante balada high school "Doo-wah days" (1986). Pero cuando su club cerró, al haberse convertido en una pocilga, y ardió en 1990 (aunque abrió otro, de menos éxito), sus problemas económicos se acrecentaron algo a lo que contribuyó después su apertura ruinosa de un teatro. Además, el siglo XXI le trajó graves problemas de salud: una operación de cirujía estética que salió mal, una hidrocefalia y una caida transportando muebles que le fracturó unas vértebras y le dejó temporalmente paralizado. Aun así, todavía sigue actuando de vez en cuando, aunque como una sombra de lo que fue.
Músicos: Mickey Gilley (voz y piano), Andrew Gold, Josh Leo, Brent Rowan, Gary Myers, Richard Alves y Conrad "Rocky Stone" Duracher (guitarra), Kenny Leland y Bob Glaub (bajo), Michael Botts y Gary Cornelius (batería), Norman Carlson (saxo), Shelton Berg, Jay Winding, Faron Evans y Ron Crooks (teclados), Buddy Emmons (steel guitar), Ron Levine (violín), Joey Riley (steel guitar y violín), Tom Mayberry (dobro), Sheldon Kurland (cuerdas), Michael Schillaci (percusión), The Jordanaires, Carol Montgomery, Beverly Randall y Ann-Marie Cianciola (coros), Eddie Kilroy y James B. van Deweghe.
 

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