Nacido al sur de Tejas, era sobrino del astro del country Ernest Tubb, de hecho su verdadero nombre era Douglas Tubb, el cual le enseñó a tocar algunos acordes a la guitarra, instrumento que dominó cuando contaba tan solo 14 años de edad gracias a las enseñanzas del guitarrista de su tío, Billy Byrd. En 1952 empezó a actuar junto a sus primos Billy y el cantante country-rocker Justin Tubb (hijo de Ernest), haciendose llamar The Tubbs Boys & the Hootenany Scratcho (por tres músicos que les acompañaban), ocurrencia del famoso pincha-discos de Austin Red Jones. Llegaron a aparecer en el prestigioso Lousiana Hayride y de teloneros de Hank Williams, pero pronto los primos separaron caminos. Douglas comenzó a aparecer como invitado en algunos programas de radio locales, así como en el festival radiofónico Mid-State Jamboree de Abilene, mientras su tío editaba algunas de las canciones que componía y le convenció para establecerse en Nashville. Casi de inmediato trabó amistad con los hermanos Duke, Roy y Frank, con los que montó una nueva banda hillbilly que fue fichado por el modesto sello Mart, propiedad del animador casi circense Ted Edlin. Pero este les editó discos por separado, como a Douglas su "The world is a monster" (1953), acreditado como Doug Tubb, haciéndoles a la vez componer para otros artistas, incluso para sí mismo, como en el disco de Edlin "Only one God". La promoción fue pésima y Douglas terminó por hacer desaparecer su apellido como síntoma de independencia en cuanto fue acercando al rock & roll poco después. Así, el nuevo Glenn Douglas se unió a su amigo Roy Duke en discos Dot para grabar "Standing at the end of the world" (1955), siendo pronto fichado por discos Decca, que le editó buenos discos como el híbrido entre el hillbilly y el rockabilly "Let it roll" (1956), que no es que fuera un gran éxito, pero al menos le sirvió para ser telonero de Johnny Cash y Carl Perkins. Luego llegó el prometedor medio tempo "I can love enough" (1957), pero entonces fue llamado a filas, y su estancia en la Armada cortó de raiz su ascenso a la cumbre. A su regreso al año siguiente grabó el LP "Heartbreak alley" (1958) e hizo un par de canciones para la empresa publicitaria que dirigía la viuda de Hank Williams (mito que Douglas versionaba sin parar en sus conciertos), y esta en agradecimiento le regaló una de las canciones inéditas que dejó a medio escribir: "Hearbroken, forsaken and alone". Hizo un gran trabajo con ella, y finalmente la grabó George Jones. Desde entonces se centró más en su faceta de compositor, colocando canciones a gente como el desagradecido Vic McAlpin (que solía decir que las canciones eran suyas), Webb Pierce o al mismísimo Cash, por citar algunos, pero también editó discos propios como la balada high school "Red bird" (1962). Pero como le ha pasado a muchos rockeros en Estados Unidos, vió la luz y
abrazó la religión con pasión (en gran parte por influencia de su
esposa), y de pasar a cantar salmos en funerales de amigos terminaría
convirtiéndose en pastor protestante. Aun así el año 2011 hizo en Nashville un emocionante
concierto homenaje a su tío, y es que hoy día sigue actuando, ya sea en documentales, haciendo música country y gospel o dando misas a través de internet desde su iglesia llamada El Sagrario de la Cocina (¡).
Músicos: Glenn Douglas (voz y guitarra), Roy Duke (voz y guitarra), Buddy y Mack Smith (violín), Frank Duke y los Hootenany Scratcho.
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