sábado, 26 de noviembre de 2016

"Rockabilly baby" (William F. Claxton, 1957)

Aunque parezca increible, aun hay quién mantiene que el término rockabilly apenas se usaba en los años 50 y que fue una aplicación posterior a este tipo de música. Multitud de pruebas lo contradicen hasta el extremo que cualquier polémica al respecto es ridícula. Una de ellas es esta película, a la cual se puso este título con el único fin de atraer a las multitudes de jóvenes enamorados del género, y a las que no ("Rockabilly baby" había sido un reciente éxito bluegrass del cantante country Johnny Duncan) aunque en realidad, y como veremos, no sería el más adecuado visto objetivamente. Y es que era una cinta de ínfimo presupuesto, destinada a los programas dobles de cines de barrio del mercado interno estadounidense, y su único atractivo a priori era la música rockabilly que anunciaba el título. En este aspecto muchos espectadores se sentirían decepcionados, pues no hay nada parecido a rockabilly salvaje y rebelde, a lo sumo el rock & roll (conservador para esos momentos) que representan "Teenage cutie" (cantada por los jóvenes protagonistas Gary Vinson y Judy Busch), "Is it love?" o "I´d rather be", esta dos veces (interpretadas por lo mejor del film, la falsamente tímida Marlene Willis). Lo demás, buenos temas swing de la big band de Les Brown, uno de ellos cantado por Busch, "We are in our way" (también dos veces, en la introducción y en la fiesta final), el calipso "My calypso baby" de Luis Amando que suena en la gramola, y una balada que canta Busch en el baile, "Why can´t I?". El argumento gira en torno a una madre y sus hijos que se desplazan de la gran ciudad a un pueblo del Medio Oeste americano  huyendo de la dudosa fama de la progenitora, donde tras iniciales dificultades con ciertos paletos locales no tardan en adaptarse de maravilla. La madre (interpretada por Virginia Fields, una de las pocas profesionales del reparto en ese momento) modernizando el club social, la hija (Busch) dando nuevos aires a un anquilosado instituto, y el hijo (Vinson) llevando en volandas hacía el campeonato al hasta entonces eterno perdedor equipo local de waterpolo. Hay aciertos evidentes para ser una película tan barata, pero por momentos te pierdes en su indefinición al no saberse realmente de que trata. No sabemos si estamos ante el típico enfrentamiento entre los Estados Unidos urbano y rural, sobre todo en lo que a la introducción del pervertidor rock & roll se refiere (y que décadas después se trataría con mucha mayor fortuna en el film "Footlose", que, por cieto, estaba basado en un hecho real), si es una crítica a los cotilleos de pueblo y, por extensión, a la caza de brujas macartista, si debemos prestar más atención a las historias de amor ajenas a todo o por último si estamos ante una película deportiva (¡No creo que se haya filmado nunca otra cinta con tal protagonismo épico del waterpolo!). Otra posibilidad es que se pretendiera lanzar como nuevas estrellas a los mentados Vinson, Busch y Willis, tres jóvenes promesas que debutaban en la gran pantalla, al menos en un papel con frase. Si esa era la pretensión fracasaron espectacularmente. Y es que Busch, que hasta el momento tenía una prometedora carrera como cantante y actuó muy bien en esta película, se casó un año más tarde, tuvo hijos, y se retiró de los escenarios para dedicarse a la vida familiar. Willis intentó centrarse más en su faceta musical, haciendo el tema principal de la fantástica película "Ataque diabólico" (1958) -donde también actuó- y grabando el single "On a train going nowhere" (1960), muy en la linea de los grupos de chicas de los 60´s. Tras algunas intervenciones en series televisivas no le dio tiempo a hacer mucho más pues murió de cáncer en 1982 cuando solo tenía 40 años de edad. Vinson se estancó en pequeños papeles televisivos sin relevancia y no volvió a trabajar en el cine hasta 1960, precisamente en otra película rocker, "High school Caesar". Más mal que bien se ganó la vida en series televisivas, pero su fracaso artístico y algunos problemas legales le llevaron a pegarse un tiro en 1984, cuando solo tenía 47 años de edad.
Existe otra "Rockabilly baby" (Ken Farmer, 2009) mucho más moderna, sobre el ascenso de un cantante del género en los años 50, mezcla de Elvis y Jerry Lee Lewis, y que cuenta con una buena banda sonora interpretada realmente por su mismo protagonista: Denton Blane Everett. Como no la he visto no voy a opinar sobre ella, quizá en el futuro, mientras os dejó el trailer a ver que pinta os parece que tiene.   

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