sábado, 3 de enero de 2015

Sal Mineo (Nueva York, 1939 - Los Angeles, 1976)

Hijo de unos inmigrantes italianos fabricantes de ataudes, Salvatore nació en el barrio neoyorquino del Bronx y desde muy pequeño demostró gracia y gracilidad, por lo que sus padres le apuntaron a clases de baile y arte dramático cuando todavía era un niño. No fue tirar el dinero, tenía solo doce años cuando consiguió su primer papel teatral en el drama sureño "The rose tattoo" (1951), cosechando tan buenas críticas que se le fichó para un papel en el musical de Broadway "El rey y yo" que protagonizaba la gran estrella Yul Brynner. El genial calvo no solo dio al principiante Mineo buenos consejos, sino que le ayudó en su carrera y le recomendó al ver que no solo actuaba, sino que sabía cantar y bailar. Tras algunos papeles sin importancia en televisión, consiguió su primer papel en el cine en el buen título negro "Atraco sin huellas" (1955), donde interpretaba a un rebelde y peligroso pandillero. Y es que el tema de la delincuencia juvenil estaba a la orden del día, con miles de teenagers (quinceañeros) volviendo del revés la jerarquía establecida hasta ahora entre adultos y jóvenes. Mineo daba el tipo y es por ello que consiguió el papel secundario en la película de adolescentes problemáticos que le daría la inmortalidad: "Rebelde sin causa" (1956). Interpreta aquí al afeminado Plato, secretamente enamorado de un James Dean que no parece darse cuenta a pesar de los evidente que nos resulta a los espectadores. El sensible Plato está rodeado de duros rockers, de incomprensión familiar y de una relación heterosexual que no le deja de lado, pero que no le llenará lo suficiente para evitar que no sucumba. Su interpretación fue convincente y sentida (no en vano él mismo era homosexual escondido, apareciendo en público con jovenes actrices por imposición de la productora) y fue nominado a los oscars. Aunque no ganó se convirtió en uno de los jóvenes actores de más éxito entre las despistadas chicas y consiguió buenos papeles en cintas como "Marcado por el odio" o "Crimen en las calles", siempre manteniendo su carácter de chico metido en problemas pero de buen corazón. Volvió a repetir junto a Dean (algunos les atribuyeron un breve romance) en "Gigante", durante cuyo rodaje moriría el mito, su amigo. Pero su primer papel protagonista sería en "Rock, pretty baby", una producción promocional del rock & roll que pasó sin pena ni gloria, pero donde Mineo podía demostrar su talento musical tocando la batería, no en vano, como tantos otros de su generación, se había convertido en un fanático del rockabilly. La cinta es mala, incluso Mineo hace una de sus peores interpretaciones, pero significaría un punto de inflexión en su carrera al convencerle de que podía enfocarla mejor, o cuanto menos desdoblarla, hacía el rock & roll gracias a la popularidad que entre los seguidores del género se había ganado en su rebelde carrera cinematográfica. Así, su primer disco, el high school "Start movin´" (1957), llegó al número nueve de las listas y vendió un millón de copias, aunque hubieron otros buenos singles rockeros, como "Party time" que no se vendieron tan bien. Al año siguiente participó con éxito en un concurso televisivo de batería, y como muestra de su buena voz decir que, como curiosidad, también llegó a cantar ópera. Siguiendo con el cine vendría la película "Dino", otra sobre conflictos generacionales donde Mineo se supera en su ya habitual papel de rockero delincuente juvenil. En "The young don´t cry" (no estrenada en España) ha de luchar contra el entorno una vez más, pero esta vez contra los de su misma quinta en el interior de un duro orfanato, minetras que en "La Historia de Gene Krupa" (1959) da vida al batería que da título al film y que le quiso para el papel tras haber sido el jurado del concurso de TV antes nombrado. A partir de aquí, con la edad de oro del R&R pasando, Mineo tuvo que romper su encasillamiento, lo cual no fue malo para su carrera, participando ahora en grandes y prestigiosas producciones durante los años 60 alejado de su rol de rebelde juvenil. Así es como llegaron "Éxodo" (1960), "El día más largo" (1962), "El mayor espectáculo del mundo" (1963), "La Historia más grande jamás contada" (1965)... si bien ya nunca consiguió papeles claramente protagonistas, según muchos debido a que se decidió a revelar publicamente que le gustaban los rabos (el primero de Hollywood en hacerlo), y que se convirtió en modelo de escandalosos desnudos para el pintor Harold Stevenson (uno de ellos, el enorme y explícito tríptico "The new Adam", puede verse en el Museo Guggenheim de Nueva York). De hecho, y en el colmo del absurdo, y aunque había sido nominado nuevamente a los oscars, se le rechazó del papel protagonista de "Lawrence de Arabia" por esta razón, a pesar de que Sir Lawrence gustaba de solazarse a la más mínima con cualquier soldado que se agachase a recoger un balín. Tuvo que refugiarse cada vez más en la televisión, sobreviviendo a base de intervenciones estelares en las más populares series de los años 70, destacando su participación en "Vacaciones en el mar", donde interpreta a un viejo cantante de rockabilly y se luce en el tema elegido. Luego se volcó en el teatro, escandalizando a más de uno con sus papeles gays, pero siendo aclamado por la crítica. Una noche volvía a su casa de Hollywood después de la función y fue asaltado en el aparcamiento por un ladrón que le apuñaló. Tocado en el corazón Mineo murió casi instantaneamente cuando solo tenía 37 años. El asesino, Lionel Ray Williams, era un repartidor de pizzas que aprovechaba los repartos para robar aleatoriamente y se sospechaba que el actor no era su primera víctima. Williams fue puesto en libertad condicional en 1990, pero en seguida cometió otros delitos y volvió a prisión, de donde salió de forma definitiva y vergonzosa a finales de los 90.
Músicos: Sal Mineo (voz) y la orquesta de Mark Jeffrey.
 

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