Nacido en un pequeño pueblo Tejano, en su primera adolescencia su familia emigró a la ciudad de Boling, y más tarde a Tennessee, donde empezó a tocar música country roll con algunos compañeros de colegio, formando su primera banda llamada The Eagle Rangers, que tocaba en fiestas de colegio, bailes e incluso hicieron alguna actuación en la radio. Eran tan buenos que fueron banda de acompañamiento de algunos grandes del country, como George Jones o Jim Reeves. En esta época se hacia llamar Floyd Robinson, nombre que ignoramos si es el verdadero, pues hay muchas lagunas en su misteriosa biografía, pero tengo serías dudas de que fuese el Floyd Robinson que grabó algunos singles de hillbilly para el sello King en 1954. En esa época habría tenido solo 15 o 16 años y King, maestros en el arte publicitario, no habrían dejado pasar la oportunidad de promocionarle como un niño prodigio (la voz, además, no concuerda). Me inclino más a pensar que se trata del Robinson parte del dúo Jack & Daniel, aunque no mucho después el aquí tratado ya haría una breve actuación televisiva en el programa "Country Style U.S.A.". Nuestro Robinson sufrió una gran transformación musical con la llegada del rockabilly, género al que se unió con pasión y que no solo cantaba y tocaba, sino que componía. Adoptó el más adecuado pseudónimo de Jesse Lee Turner, en honor a su máximo idolo del momento, Jerry Lee Lewis, su inspiración, y lleno de ilusión marchó a Memphis con la esperanza de ser oido por Sam Phillips, el gurú de Sun records, para que le convirtiese en una mezcla de sus pupilos Elvis y Lewis. Consiguió grabar una maqueta, "Put me down" (1957), que no saldría a la luz, pero a Phillips y a Lewis, les cayó tan bién el chico que le contrataron como chofer, y el mismo Lewis grabó su tema. Descontento como simple empleado, fue recogido por el cantante country Dewey Groom que se lo llevó al sello neoyorquino Carlton. Allí, aprovechando el tirón del éxito del rock de voces tontas que había tenido David Seville con "Witch Doctor" triunfó relativamente llegando al número veinte de las listas nacionales con "The little space girl" (1958), un medio tempo bastante estúpido más digno del Padre Abraham y los Pitufos que otra cosa. Por suerte llevaba en la cara B el buen rockabilly "Shake baby, shake" (la mayoría de la gente -entre los que me incluía hasta hace poco- sigue pensando que Turner y Robinson son dos personas diferentes, oportunamente primos, pero nuevas pruebas hacen esta teoría insostenible). Los de la poderosa RCA contactaron con él ofreciéndole el oro y el moro, pero para grabar con ellos tuvo que hacerlo acreditado como Floyd Robinson, por obvios problemas contractuales. A la vez que grababa para Carlton como Turner la balada "Thinkin´" (1959), que llevaba de nuevo un gran rockabilly en la otra cara, "Baby, please don´t tease", editaba para RCA como Robinson el single "Makin´love", un high school más blando en la música pero más duro en la letra (y que suscitó cierto escándalo) que fue un éxito, llegando al número nueve de las listas y traduciéndose incluso a varios idiomas, entre ellos el español ("Locamente te amaré"). Desde ese momento se desdobló totalmente, llevando sus dos carreras de forma paralela a ver donde sonaba la flauta. Como el teen-idol Robinson grabó, sin suerte, para sellos como Dot, Groove o United Artists. Como el rocker Turner grabó para Fraternity, de Cincinnati, la ciudad donde se refugió el rockabilly cuando entró de capa caida. Sus temas allí, aunque no exentos de calidad y espíritu rocker, se amoldonaron un tanto a los vaívenes de la moda y repetían un tanto algunas tonterías que no le hacían ningún bien. Cuando fue fichado por discos Imperial siguió en esa linea, haciendo una secuela de su primer y más conocido tema llamada "I´m the little space girl´s father" (1960). Sin ningún éxito, pues a esas alturas nadie se acordaba del tema original, empezó a cambiar de discográfica y terminó enrolándose en The Roadrunners, un grupo instrumental que llegó a grabar un single para el modesto sello Jaro. Pero duró poco tiempo con ellos, y en seguida volvió a sus andadas, libando de discográfica en discográfica sin suerte, en parte merecida debida a su manía de incluir voces payasiles o saturadas de helio como demuestra "The elopers" (1961). Una pena, porque cuando se ponía serio demostraba su talento, y sino ahí está su versión del "Shotgun boogie" (1962) para comprobarlo. En ninguno de los casos tuvo suerte y pronto, tras un postrer y oscuro single a mediados de los años 60, la falta de éxito le hizo emplearse como ingeniero de sonido, destacando en algunas sesiones de Duane Eddy. Tenía buen físico y es por esto que se dedicó a la televisión y el cine
de serie B, donde aunque solo hizo papeles ínfimos, al menos le dió para
vivir. A principios de los años 70 decidió auto-fusionarse, empleando el truco de vender algunos discos
como duetos de Robinson y Turner, cuando en realidad eran una variación
de los efectos de voces que tanto le gustaban. Finalmente se unió a una congregación evangelista de Galveston, deleitando a los feligreses con su rock cristiano, que prontó transformó a su estilo con voces trucadas, inventando el rock cristiano de animales, con esas horribles voces de ardillas, ratones o lo que quiera que sean, para enseñar la Biblia a los niños. Grabó varios horribles discos de este tipo, lo que le costó una demanda del mismo David Seville por plagio, poniéndo punto final a este espanto. Desde entonces, aunque actua de vez en cuando fuera de la iglesia, la mayoría del tiempo lo dedica a interpretar rock cristiano allí (destacando su tema "Jesus for President"), a recaudar fondos para ella o a escribir algunos libros, entre los que destaca su novela "The guitar" (1994).
Músicos: Jesse Lee Turner (voz, guitarra y piano) y Luther Brandon & his All American Boys Orchestra.
"Put me down".
1 comentario:
Jesse Lee Turner y Floyd Robinson eran primos, y colaboraron mucho entre ellos en sus respectivas carreras, escribiendo canciones o como músicos...
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