Esta guapa joven del norteamericano estado de Ohio se convirtió en una ferviente admiradora del primer Elvis Presley. A lo largo de 1955 y 1956 se compró todos sus discos, vio todas sus actuaciones televisivas y cinematográficas y estudio todos los artículos sobre su ídolo. Finalmente, a principios de 1957, sorprendió primero a su familia y luego a sus amigos vistiéndose y peinandose como Presley, y haciendo unas imitaciones tan perfectas del rey del rock and roll que incluso sus boquiabiertos padres no pudieron por menos que animarla a pasarse al mundo del espectáculo. Y es que Muriel no solo tenía cierto talento artístico (aunque no sabía tocar la guitarra y solo hacía la pantomina al respecto), sino que también tenía unas facciones parecidas a la de Elvis, que acentuaba maquillándose, engominándose el pelo y dejandose caer unas falsas patillas. Así es que como se convirtió en la primera imitadora oficial de Presley, cuyo valor pionero se agiganta si tenemos en cuenta que era una chica. Pues bien, Muriel fue contratada para una serie de actuaciones y pronto fue fichada como espectáculo único para los descansos de los partidos de fútbol americano de Dayton. Tan bien lo hacía que pronto el estadio empezó a llenarse, no ya de aficionados a ese aburrídisimo deporte, sino de jóvenes deseosos de ver como actuaba y cantaba Elvis, aunque solo fuese a través de una imitación. Y es que Koebbe fue pionera también en otra técnica (desafortunada, en este caso), el playback. Se empezó a presentar a Koebbe, un tanto precipitadamente, como La Elvis Femenina, aunque la realidad era que, una vez que terminaba el espectáculo volvía a vestirse de señorita de faldas de vuelo y can-cán. Llegó a hacer una aparición televisiva, a aparecer en la revista Hep Cat y como siempre. aprovechó ambas ocasiones para reclutar gente para el preslismo, casi una nueva religión. Muy poco después ya empezaron a aparecer imitadores por todo el páis, y para finales de 1957 ya había concursos e imitadores en muchos otros paises, como Japón, Inglaterra o Alemania. Cuando Elvis fue reclutado para la mili y su imagen cambió para siempre, Muriel dejó las imitaciones casi a la vez que el instituto. Poco después se casó y no se volvió a saber de ella. Actualmente vive en Hamilton, muy cerca de Cincinnati, y nunca pudo conocer a Elvis en persona. A Elvis le divertía el mundo de sus imitadores, pero nunca llegó a pensar que se convertiría en una mini-industría, como lo es hoy, con gente incluso que se acerca al límite de creerse él.
Debbie Knight es una de las patéticas Elvis Femeninas que pululan por el mundo. Oyéndola, el playback de Muriel no era tan mala idea.
3 comentarios:
No tenía ni idea, lo juro, como te lo curras!. Aunque no comente habitualmente siempre paso por aquí, no creas, unas veces con mas tiempo que otras, pero cuando publicas algo siempre le echo un vistazo, a veces ligero, otras con más detenimiento. Siempre es un placer... y que así siga! Un saludo!
Gracias Sebas, siempre será un placer leerte por aquí. Yo tampoco conocía a la Sra. Koebbe hasta que me vine a vivir aquí. Había en Cincinnati un gran rollo rocker en los años 50 y fue donde más aguantó el género en los EEUU, hasta finales de los años 60. Y por ello todavía queda mucha herencia, muchos libros, muchos conciertos y mucha información. La Sra. Koebbe es simpática, aunque no entiendo mucho de lo que dice. Ja,ja. Un abrazo amigo.
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