lunes, 2 de mayo de 2011

Mike Berry (Northampton, 1942)

Nacido en Inglaterra con el nombre de Michael Bourne, su madre le llevó a vivir, siendo él todavía muy niño, a Galés, donde la rama paterna de la familia vivía. Tenía una buena genética para la música pues su abuelo, entonces militar destinado en Rodesia, se había labrado una buena reputación en el pasado como barítono y su madre era actriz amateur, cantante y pianista. Por desgracia la apacible vida familiar se rompió cuando, teniendo él trece años, sus padres se divorciaron, transladándose con su madre a Londres y debiendo emplearse poco después en un imprenta para aportar dinero a casa. En sus ratos libres se había aficionado al skiffle, el primer proto-rock británico, y junto a unos amigos formó el grupo de poco original nombre, The Rebels, de tan poco éxito que tenían ellos que pagar por tocar en algunos centros sociales. Se disolvieron en poco tiempo y Mike se unió al conjunto ya de rock and roll Kenny Lord & the Statesmen. Pronto decidieron grabar una maqueta y un compañero de imprenta les presentó a un productor que fue a verles tocar en un club e, impresionado, les recomendó al responsable del programa televisivo especializado en rock & roll "Oh boy!" y al productor y compositor Joe Meek. Este vió talento en Mike, y prometiéndole que le convertiría en El nuevo Buddy Holly (que acababa de fallecer), le fichó como su representante con un contrato abusivo. Le rebautizó como Mike Berry y le hizo deshacerse de sus compañeros para implantarle como grupo de apoyo a una banda llamada The Outlaws, la cual se había formado con los restos de un conjunto llamado Billy Gray & the Stormers que había tenido el honor de tocar para gente como Gene Vincent o Jerry Lee Lewis. El primer single de Mike, "Will you love me tomorrow" (1961), era una versión de Las Shirelles nada adecuada a su voz y a su ritmo (si lo era la cara B "My baby doll") y fracasó en las listas de éxitos. El siguiente intento fue la oportunista "Tribute to Buddy Holly", un tema muy en la linea del genio de Lubbock pero claramente inferior, falto de originalidad y fuera de tiempo. Meek embarcó a Mike en unas agotadoras giras (para los conciertos en vivo su grupo de apoyo eran Los Innocents, cuyo gérmen había sido una banda llamada Bobby Angelo & the Tuxedos) por los pueblos más reconditos de Inglaterra, aunque de ellas sacó experiencia y la anécdota de hacerse amigo de Los Beatles justo antes de su triunfo mundial. Finalmente llegó el éxito con "Don´t you think it´s mine" (1962), que se colocó en los primeros puestos de las listas, le proporcionó actuaciones televisivas y le valió ser telonero de gente como Brenda Lee, Bobby Vee o unos emergentes Rolling Stones. Pero conforme los años 60 avanzaban su sonido se iba quedando anticuado y, relegado, Mike se arriesgó a invertir todos sus ahorros en competir en coches de carreras. Solo llegó a campeón de los ruinosos y pronto se tuvo que poner a grabar en estilos indeterminados durante los primeros años 70 a ver donde sonaba la flauta. No le fue mal con el álbum "Drift away" (1972), recibiendo ofertas para hacer giras por Estados Unidos (como ya le pasara al ser reclamado por Tejas en agradecimiento a su disco homenaje a Holly) y Nueva Zelanda, pero por alguna extraña razón Mike no quiso salir de su país. Entonces decidió volver al rock & roll de sus orígenes, consiguiendo un gran éxito en Holanda y Alemania con su versión del "Don´t be cruel" (1975), reeditando su "Tribute to Buddy Holly" (1976) o cantando temas tan enérgicos y reivindicadores como "I´m a rocker" (1977) u otros más melódicos del estilo de su adorados Holly o Roy Orbison. Fue contratado para hacer multitud de anuncios y programas televisivos y esto parece que atemperó su ímpetu en los años 80, conformándose con hacer ahora unas canciones a la moda conformista bastante malas y horteras, pero de éxito. Su grata experiencia interpretando en la tele le animó a pasarse al teatro donde debemos destacar, por lo que a nosotros respecta, dos grandes musicales de rock & roll cuyos títulos lo dicen todo: "Tutti Frutti" y "Great balls of fire". Terminadas las representaciones volvió a reunir a Los Outlaws (que mientras tanto habían tocado por separado para grupos como Screaming Lord Sutch, Gillan, Cliff Bennett & the Rebel Rousers, Hot Chocolate, Rolling Stones o Deep Purple -en este Ritchie Blackmore-) y, al fin, se decidió a salir de gira, ya en los años 90, por Europa y Estados Unidos, aprovechando su estancia en América para cumplir uno de sus sueños, grabar un álbum con Los Crickets de Buddy Holly. Actualmente sigue actuando (incluso en cine), tratando de no perderse su cita en la Semana Tejana de Buddy Holly.
Músicos: Mike Berry (voz y tabla de lavar), Peter "Chico" Chilks, Ray Siro Andreoli y Reg Hawkins (guitarra rítmica), Terry Liddington (contrabajo), Tony Franchi, Roger Brown, Bill Kuy, Roger Mingaye, Ritchie Blackmore y Harvey Hindsley (guitarra), Terry Prudence, Don Groom, Bobby Graham y Mick Underwood (batería), Pete Richardson, Dave Brown y Chas Hodges (bajo), Colin Giffin (guitarra y saxo), Nicky Hopkins (piano), The Geoff Love Orchestra y The Rapiers.

"Homenaje a Buddy Holly"

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