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miércoles, 7 de octubre de 2009
Coronel Parker (Breda, 1909 - Las Vegas, 1997)
Andreas Cornelius Van Kuijk, al que apodaban Druis, nació en Holanda y sus padres eran un criado y una vendedora ambulante de los canales. Gran amante de los animales se dedicó a domar los caballos de los señores de su padre y, cuando algún circo llegaba a la ciudad, trabajaba para ellos gratis con tal de estar con las fieras y aprender trucos del negocio. Pronto enseñó a un cuervo a posarse en su hombro y a una cabra a subir a una escalera para ganar algún dinero. Pero cuando su padre murió en 1925 la numerosa familia se disgregó en busca de diferentes empleos, marchando él a trabajar en el puerto de Rotterdam. Luego se embarcó hacía Estados Unidos de forma nunca aclarada, pues él dice que lo hizo mientras trabajaba en una naviera, aunque algunos indicios apuntan a que lo hizo de polizón de forma precipitada huyendo de algún turbio asunto pues no le dijo nada ni a su familia, los cuales le dieron por desaparecido durante casi 30 años (hasta que uno de sus hermanos intentase aprovecharse de su fama posterior). El caso es que al poco de llegar a América se alistó en el ejército y fue admitido y destinado en Hawaii, a pesar de no ser ciudadano estadounidense, en la artillería anti-aérea costera. Tomó el nombre de su capitán de unidad, Tom Parker, y fue destinado a Florida, siendo licenciado allí del ejército debido a una lesión crónica en la rodilla. Se puso a trabajar entonces en una feria ambulante desde 1932 y allí conoció a su mujer, una cigarrera algo mayor que él. Luego se puso a trabajar en los más variados oficios, en la perrera, en un circo (muchos años después, siendo ya famoso y rico, haría una visita a un elefante viejo amigo suyo) y en un cementerio de mascotas en Florida, chamán en reservas indias, vendedor de canarios falsos (eran gorriones pintados de amarillo), vendedor de perritos calientes, etc.. Finalmente montó su propio espectáculo de perros amaestrados destacando en seguida por su inteligencia, visión comercial y pocos escrúpulos, por lo que pronto fue jefe de una feria, pasándose pronto a la representación de artistas humanos, e instalándose en Louisiana. En 1943, viendo otra oportunidad de medrar, se volcó en apoyar al candidato demócrata a gobernador del estado Jimmie Davis, el cual casualmente era uno de los cantantes country representados por él (su canción "You´re my sunshine" era el himno oficioso de Louisiana) gracias ya a sus contactos y a los recintos que tenía para que este diera sus discursos. Como Davis fue elegido le dió el cargo honorífico de Coronel de la milicia local en 1948. Ahora que tenía el apoyo del gobernador, mejores contactos, una alta graduación militar y un aspecto de caballero del sur (corbatines, chaquetas con canesú y sombreros de vaquero) consiguió que su empresa de representación de artistas (en la que él era prácticamente el único empleado) prosperara enormemente llevando entre otros a Gene Austin (que triunfó con la canción "My blue heaven"), Roy Acuff, Gene Autry y otros artistas country, amén de la estrella del cine del oeste Tom Mix. A todos los encumbró ya que como manager era el mejor y más astuto negociador (los demás se confiaban al considerarle un paleto ignorante, por su aspecto y maneras, y caían en la trampa), además de tener grandes contactos y conocer el negocio como nadie. Además se dedicaba en cuerpo y alma a su "chico" de cada momento, sin tener otras aficiones ni entretenimientos privados. y era un obseso por mantener el control sobre todo. Cuando cogió a Eddy Arnold, la estrella emergente del country, en 1947 lo primero que hizo fue apartarle de los festivales country al uso para meterle en el cine, luego en la televisión y finalmente en los casinos de Las Vegas, convirtiéndole en uno de los más famosos del género. En 1953 Arnold le despidió, acusándosle de tramar algo a sus espaldas (según el Coronel solo tramaba una agradable sorpresa relacionada con un anuncio a doble página en el periódico). Al año siguiente ya había establecido una próspera oficina en Nashville, justo al lado de las del festival country Grand Ole Opry para rebañar a sus artistas más prometedores (y encima enganchándose gratis a la linea telefónica de estos). Pronto estaba encumbrando a su nuevo discípulo, Hank Snow pero el gran paso adelante lo dió en 1955 al convertirse en el apoderado de Elvis Presley (gracias a su ojeador Oscar Davis, un vividor y despilfarrador juerguista, pero con muy buen ojo al que todos conocían como "El Barón de la Taquilla"), la joven promesa del rock and roll. Se lo había ido arrebatando poco a poco a su anterior manager, el maestro de ceremonias Bob Neal, que lo había llevado tan lejos como había podido en el ámbito sureño y al que se ganó docilmente metiéndole en Jamboree Atractions. Convenció a discos RCA (para los que había dirigido el festival itinerante Country Caravan) de que lo comprara a Sun Records, dejando a Sam Phillips, el dueño de esta discográfica, sin su gran valor aunque este comprendía que si Elvis seguía en Sun nunca podría ser una estrella a nivel mundial. A Parker no le gustaba el rock and roll pero le contrató a los más grandes compositores y le consiguió las mejores actuaciones televisivas convirtiendo a Presley en la más grande figura que el rock haya dado jamás y en multimillonario (también se hizo rico el Coronel, cobrándole un tanto por ciento muy elevado de las ganancias que en algunos momentos llegaron al 50 %) gracias a su mítica habilidad para negociar y a su carisma y don de gentes (era, además, un tío muy gracioso, al contrario de lo que la gente cree). Buena muestra de su sano sentido del humor y su capacidad de irónica auto-crítica fue la creación de la Liga de los Embaucadores, de la que llegaron a formar parte gente como Frank Sinatra o Bob Hope. Pero también tomó decisiones que muchos consideran equivocadas, como fue el llevar a Elvis al servicio militar para no enemistarle con ningún sector del país (pudiendose haber librado) o meterle en una carreras cinematográfica y musical mediocre y conformista durante los años 60 (incluyendo incluso un film autobiográfico suyo) que apartaron a Elvis de su verdadero espíritu rebelde (aunque le consiguió unas ganancias innimaginables antes para un actor al cobrar ahora un porcentaje de taquilla, algo inédito entonces y crear un innovador merchandising con su figura). También se considera generalmente a Elvis un títere en sus manos durante un tiempo, aunque es cierto que siempre tuvo el Rey la última palabra y se impuso al Coronel en muchas ocasiones, como lo hizo de forma brusca finalmente cuando salió del pozo en el especial de television navideño de 1968, vistiendo de cuero, cantando rock and roll y recuperando su trono, todo lo contrario del empalagoso y continuista programa que quería hacer Parker. Desde entonces Elvis tomo las riendas de su carrera (dejando a Parker solo los asuntos económicos), dejando el cine y seleccionando y arreglando la música que hacía y volviendo a los conciertos, en unos 70 gloriosos para él y para todos por la música que aportó en esos años a la historia del rock and roll. Por desgracía solo había una cosa que Elvis, con gran dolor de su corazón, concedió al Coronel, no salir a actuar a Europa por los problemas que tenía con inmigración (para ir a Canadá donde actuó Elvis en 1957 no hacía falta pasaporte), lo que nos privó del sueño de verlo en España ("I´ve never been to Spain", dice dolorosamente en una canción). Con el catálogo de canciones del rey fuera de su control, el Coronel creó un sello discográfico propio llamado Boxcar (término que hace referencia a cuando te salen dos seises en los dados, buena suerte, pero que también hace referencia a que "podría hacer un álbum de éxito incluso en un furgón -boxcar-"), en el que editó un LP llamado "Having fun with Elvis on stage" (1974), que vendía en mano personalmente, que contenía solo bromas habladas o penosas peroratas del rey durante sus últimos conciertos. Pero lo peor es que la gran labor íntima que había ejercido Parker, casi como un segundo padre, se diluyó tambien y Presley cayó en un remolino autodestructivo que se lo llevó a la muerte poco despues y en cuyo funeral el Coronel tuvo una serie de movimientos tan sospechosos y extraños que dieron lugar a una serie de rumores sobre si el rey había muerto realmente. El caso es que como su fuente de ingresos se había secado empezó una serie de disputas legales por los derechos de las canciones y su imagen con la viuda de Presley que no podía ganar nunca. Pero astutamente se había guardado un as en la manga, tenía escondidas todas las maquetas que Elvis había grabado y que no se habían editado, vendiéndolas por una suma astronómica, dinero que necesitaba para su creciente adicción al juego. Para compensar por sus deudas con los casinos se marchó a vivir a Las Vegas para trabajar como consejero de espectáculos para los Hoteles Hilton y luego se retiró allí mismo para jugar a las tragaperras, muriendo de un ataque al corazón cuando contaba con 87 años de edad.
"No creo que hubiera llegado a ser tan grande con otro hombre, porque él era un hombre muy pequeño" (Elvis Presley).
Parte de un documental de la televisión holandesa llamado "En busca del Coronel Parker" que aclaró muchos aspectos de su misteriosa vida.
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3 comentarios:
Tal vez el parásito más grande que conoció el rock,no?
Pudiera ser, pero sería curioso saber que habría sido de Elvis sin él. ¿Habría pasado de moda junto a otras estrellas? ¿Se habría metido en algun escándalo que aruinase su carrera, como les pasó a muchos, sin la figura superprotectora del Coronel? ¿Habría seguido en la brecha y los años 60 hubieran sido también un cúmulo de éxitos rockeros retrasando así la llegada de otros géneros? Creo que toda la historia de la música habría cambiado sin él y no exagero.
Por favor, formulad más hipótesis.
Un abrazo George.
Estoy de acuerdo con Caldera, este tipejo, más que road manager, parecía un jodido apoderao de toreros. Quien sabe, lo mismo sin él, Elvis hubiera muerto antes o desaparecido musicalmente como tantos otros, pero yo prefiero imaginarlo tocando y girando junto con Jerry Lee Lewis por ejemplo, que ha sabido sobreponerse a historias bien jodidas.
Ay ay si ya nos lo decía nuestra vieja, "esas amistades no te convienen"
Salud Jesús.
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