De orígenes italianos, Giovani Dominico Scafone (que ese es su verdadero nombre) nació en Ontario, Canadá, pero cuando tenía diez años su familia solo tuvo que cruzar el río para pasar a Estados Unidos en busca de trabajo. Se instalaron en un suburbio de Detroit donde el pequeño Jack no paraba de oir con verdadera pasión hillbilly en la radio y le pidió a su padre que le enseñara a tocar la guitarra. Así pues con 18 años formó su propia banda de hillbilly, los Southern Drifters, con los que estuvo durante tres años con ningún éxito a pesar de que poco a poco habían ido evolucionando su estilo hacia el rock & roll. Quizá era porque la imagen que tenían era demasiado country & western, así que dejó el grupo y empezó una carrera en solitario rebautizandose como Jack Scott. Algo debieron de ver en su rockabilly pausado los de ABC Records pues le ficharon y consiguieron un éxito local inmediatamente con "Baby, she´s gone" (1957). Salió en la televisión de Cleveland pero estaba lejos de alcanzar la notoriedad deseada, así que se arriesgó a inaugurar la nueva discográfica Carlton. A estos les gustaba su composición "Greaseball" (Bola de sebo), pero temiendo que podía herir la sensibilidad de algún gordinflas o de algún chicano (en algunas partes se les insultaba asi) decidieron cambiarle el nombre. Urgido en ambos sentidos, Scott la rebautizó "Leroy" (1958) tras ir al cuarto de baño y ver escrito en la pared "Leroy estvo aquí". Editada en el innovador sonido estereofónico, fue un gran éxito, aunque no tanto como la cara B del single, la balada doo-wop "My true love", que llegó al número tres de las listas, convitiéndole en una estrella. Tras algunos cambios en la formación de su banda, incluyendo la incorporación a los coros de sus paisanos de Windsor, el grupo de du-duá The Chantones (los cuales habían tenido un número uno en Canadá con "Anne Marie"), los éxitos que siguieron fueron baladas similares ("Goodbye baby" o "With your love"), pero los temas que han quedado para el recuerdo son los rockabillys que incluía en las caras B, como "Geraldine", "Save my soul" (un gospel cantado estilo R&R que hizo que los más puritanos se escandalizaran) o "Midgie" (1959). Indescriptible de esta etapa es su "The way I walk", un chulesco du-duá que ha pasado a la posteridad como resumen del existencialismo rocker. Fue llamado a hacer el servicio militar, pero aunque eso ralentizó un tanto su ascenso, no le apartó del mundo musical, como a tantos otros, gracias a que se guardaron algunas grabaciones para ser publicadas durante la mili. Además, deseando salir del ejército para seguir ayudando economicamente a sus padres, alegó tener una úlcera crónica, y fue licenciado antes de tiempo. Firmó entonces con el sello Top Rank, que ahora sí, le convertiría en un baladista en toda regla, aunque estas siempre tuvieran cierto regusto rockero y du-duá. Es así como llegaron "What in the world´s come over you" (1960), que llegó al número cinco de las listas, "Burning Bridges" (número 3), etc. metiendo más singles en las listas (19) que ningún otro artista en los Estados Unidos en un periodo tan corto de tiempo (41 meses), records que, a día de hoy, tan solo han superado los Beatles. Ello con el valor añadido de que era el propio compositor de la mayoría de esos temas. También editó un par de magníficos álbumes, donde tenía espacio para introducir un buen número de espléndidos rockabillys, su gran pasión, entre los que destaca "Go wild little Sadie". Harto de que los ejecutivos le ningunearan y se quedaran buena parte de sus beneficios Scott organizó su propia caravana de estrellas, la poderosa un tiempo Jack Scott Caravan of Stars Tour, algo que no había organizado ningún otro artista por su cuenta antes. Firmó con discos Capitol, siguiendo el mismo patrón de editar en las caras A baladas, doo-wop, y ahora gospel o temas country, reservando para la cara B temas más animados e incluso algún rockabilly (recordemos que en esta época ya estaba de capa caida y prácticamente nadie los grababa). Ya sin Los Chantones (que se reconvirtieron en un trío acústico que seguiría en activo hasta 1976) todavía grabó grandes temas como "Strange desire" (1961), "Grizzly bear" (1962) o "Meo Myo" (1963). Fichó, en sus horas bajas y gracias a la influencia de su amigo el maestro de la guitarra Chet Atkins, por RCA, que le remitió a su subsidiaria Groove, editándole en seguida el fabuloso single "There´s trouble brewin´" (1963), posiblemente el mejor disco navideño que se haya editado nunca en formato 45rpm. Siguió haciendo muy buenas canciones, además sin traicionar el espíritu original del rock & roll a pesar de que se adentraba en la psicodélica década de los 60, destacando "Wiggle on out" (1964) o "Flakey John" (1965). A estas alturas ya estaba tocando de vueltas en oscuros bares de Detroit, pero tuvo un nuevo éxito, "You´re just getting better" (1974), ya trabajando para discos Dot. Como estaba tan activo, fue el primer pionero del rockabilly en ser reclamado para hacer giras por Europa cuando el revivalismo del género empezó a aflorar en 1977. A partir de ese año se hizo habitual del circuito de festivales nostálgicos, sobre todo por Europa (a pesar de que cobraba un caché que a los organizadores les costaba abonar), donde Jack, el mejor cantante y compositor de rockabilly y rock & roll de la historia de Canadá, era adorado como un Dios. Así siguió casi hasta el día de su muerte, debido a un infarto fulminante, cuando tenía 83 años de edad.
Músicos: Jack Scott (voz y guitarra acústica), Dave Rohillier y Al Allen (guitarra), Stan Getz (contrabajo), Dominic Scafone (batería), Wayne "Arkansas" Sudden (violín), George Kazakas (saxo), The Chantones -Jack Grenier, Larry Desjarlais, Jim Nantais y Roy Lesperance- (coros) y orquestas de Bill Sanford y Stan Applebaum.
"The way i walk", cantada en televisión ya en 1988.
1 comentario:
Para comentar algo de Jack Scott hay que quitarse el sombrero lo primero.
Gracias a mi amigo Kiko Torbellino,que fue el que me pasó una cinta grabada allá por el año 1978 y lo descubrí, desde entonces sigo emocionandome cuando lo escucho. Nunca he entendido la poca repercusión que ha tenido este genio del Rock 'n' Roll. Otra razón más que tengo para odiar a tanto critico entendido, que lo único que hacen es inventar etiquetas absurdas.
Grande entre los grandes Jack Scott.
AH y gracias por enmendarme en el asunto de las portadas, te puedes imaginar el lio que tengo en la leonera de los discos.
Publicar un comentario