miércoles, 14 de enero de 2009

Bobby Rydell (Filadelfia, 1942)

De padres italianos (su verdadero nombre era Robert Luis Ridarello), el nació ya en el norteamericano Estado de Pensilvania. Todo un niño prodigio era solo un criajo algo repelente cuando ganó un concurso para jóvenes talentos que le valió para salir en un anuncio y para empezar a aparecer en el show televisivo de Paul Whiteman cantando y haciendo imitaciones. Sus gustos, como los de todos los adolescentes norteamericanos de la época, derivó hacía el pujante rock and roll y, siendo un adolescente se unió a la banda que había formado su paisano, un todavia desconocido Frankie Avalon: Rocco & the Saints. Tras algunos singles en pequeñas compañías, debido a su buen aspecto físico, la discográfica Cameo le fichó a cambio de que desde entonces llevase su carrera en solitario, tomando el nombre artístico Bobby Rydell. Su primer single con ellos, "Kissin´time" (1959), es un rock and roll que ya anticipaba lo que habría de hacer en su carrera, encandilar a jovencitas con su música provocativa y con su aspecto para que compraran a mansalva. Su segundo single, "We got love", ya llegó al número 6 de las listas pero lo que le convirtió en estrella fue "Wild one" (1960), un rock and roll más salvaje y provocativo que llegó al número dos. Un camino parecido, aunque más bailable llevaba "Swingin´ school" y más comercial su versión del éxito de Domenico Modugno "Volare". Descubierta la veta de triunfar haciendo versiones rockeras y oportunas de otros temas famosos Rydell no se bajó del burro y triunfó con "Jingle bell rock" (1961), con "The Cha-cha-cha" (1962), con "Little Queenie" (1963), con "Forget him" (1964) y, en mucha menor medida, con su versión de "Diana" (1965), llenando el hueco en las listas de éxitos que empezaba a dejar Elvis antes de que llegaran los Beatles. Convertido ya en un auténtico teen-idol protagonizó la nueva versión de la película "Bye, bye birdie" y apareció en numerosos espectáculos y series televisivas. Pero la llegada en masa del pop británico mediados los años 60 lo relegó como si fuera un trapo viejo aunque solo tenía 23 años. Tras las ínfimas ventas de sus últimos discos, Rydell se vió forzado a actuar primero en casinos de Las Vegas en los años 70 y luego, conforme se iban olvidando de él, en clubes de peor ralea en los 80. Por suerte, en los 90 sus amigos y paisanos de más perdurable éxito Fabian y Frankie Avalon le rescataron para una gira conjunta sin aparente fin llamada "The Golden Boys", en la que siguió hasta que, en 2012, problemas de salud le aconsejaron dejarla. Tras un transplante de hígado y riñón volvió a los escenarios.
Músicos: Bobby Rydell (voz).

Como siempre aprovechando los éxitos ajenos, pero bien. En este caso el "Turn me loose" de Fabian.

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