Garaje

 The Sonics

El rock de garage fue una forma sencilla y cruda de rock and roll creada por varias bandas de Estados Unidos a mediados de los años sesenta. Inspirados por bandas de la invasión pop británica como The Beatles o The Kinks, estos grupos tocaban una mezcla del pop de estos con un rock más salvaje y autentico proveniente muchas veces de los grupos de surf instrumental más enérgico (pioneros son los surferos Lively Ones, cuyo guitarrista llevaba unos pantalones tan ajustados y se dejaba tanto la piel en cada actuación que era ya una costumbre ir a ver como se le desabrochaba la cremallera). Aunque el centro de Estados Unidos produjo muchos de los ejemplos mejor conocidos de rock de garage, había muchas bandas de este estilo originarias de la costa oeste de los E.E.U.U, de Australia y Europa. El término rock de garage viene de que de que muchos de sus intérpretes eran jóvenes e inexpertos, y a menudo ensayaban en el garage de su casa. La música de estas bandas era por lo general mucho menos elaborada que la música que los inspiraba (teneindo que recurrir constantemente a hacer versiones de aquellos), pero estaba repleta de pasión y energía. La mayor parte de las bandas utilizaban sencillas secuencias de acordes, batería agresiva, y letras pegajosas. En muchos sentidos, las bandas de garage rock influirían a las bandas de punk y de rock duro. Cientos de bandas de garage aparecieron en los Estados Unidos, pero sólo unas pocas — Shadows of Knight, The Count 5, The Sedes, The Standells — tuvieron hits y la mayoría quedaron en la oscuridad (por ejemplo We the People o The Uniques). De hecho, casi todas las bandas estaban olvidadas para comienzos de los años setenta. Sin embargo las mejores y más exitosas bandas, The Kingsmen y The Sonics, jamás serán olvidados gracias a sus grandes éxitos “Louie, Louie” (1963), que llegó al número uno de las listas, y "Psycho" (1965), respectivamente. En la década de los 80 hubo un resurgimiento del rock garajero que vió a varias bandas que trataban de replicar el sonido, el estilo y el look de las bandas de garage de los años 60; esta tendencia coincidió con un resurgimiento del rock & roll clásico, y ambos estilos alimentaron el movimiento del rock alternativo y la futura explosión del grunge, que se inspiró en parte en el rock de garage de Seattle, como los citados Sonics o The Wailers. Este movimiento evolucionó además en una forma todavía más primitiva de garaje que sería conocida como garaje-punk a finales de los años 80, gracias a bandas como The Gories, The Mummies y The Devil Dogs. Las bandas de garaje-punk se diferenciaban de las bandas del resurgimiento del rock garajero en que eran más una caricatura de las bandas de garaje de los años 60 y su sonido en general era más estridente, grotesco y crudo, incluyendo a menudo elementos de proto punk y de rock punk de los años 70. El garaje y el garaje-punk coexistieron durante la década de los 90 y del 2000 gracias a muchos sellos discográficos independientes que lanzaban miles de discos de bandas que tocaban estilos de rock and roll primitivo. Algunos de los sellos discográficos independientes más prolíficos eran Estrus, Rip Off, In The Red, Telstar, Crypt, Dionysus, Get Hip, Bomp! y Sympathy for the Record Industry. Además, a principios de la década del 2000, algunas bandas de garaje adquirieron presencia en los grandes medios y cobertura en la radio comercial, algo que habían eludido las bandas de rock garajero en el pasado. Estas bandas incluyen a The Strokes, o The White Stripes. El resto de bandas ha tenido que cirscunscribir su éxito al circuito underground. Un nuevo impulso lo dio el famoso Steven van Zandt (guitarrista de Bruce Springsteen y actor de la serie televisiva "Los Soprano"), que se convirtió en portavoz y defensor a ultranza del garaje rock. Promovió conciertos y festivales en Nueva York, y en el año 2002 inició un programa de radio llamado Little Steven's Underground Garage y creó un canal llamado Underground Garage en la red de radio por satélite Sirius Satellite Radio.

"Louie, Louie" de los Kingsmen, de lo mejorcito que haya salido nunca de un garage, coches incluidos.