lunes, 19 de mayo de 2008

Du-Duá

Los cánticos de los esclavos negros estadounidenses, usado como terapia y vía de escape de su duro trabajo, generalmente en las plantaciones, tenían una temática religiosa pero adaptada a sus propias duras experiencias de la vida. Estas canciones espirituales, la mayoría de las veces cantadas sin acompañamiento instrumental, dieron lugar en el siglo XX por un lado al religioso gospel y por otro al profano blues, aunque este ya comenzaba a usar instrumentos que los negros podían permitirse, como la guitarra o el violín. Un híbrido entre ambos fue el género conocido como Música de Barbería (barbershop music), pues en estos establecimientos los negros empezaban a improvisar armonías vocales de manera informal, de temática religiosa sí, pero también profana y cómica. Cuando el jazz y el rhythm & blues empezaron a influir en su estilo, animándolo muchísimo, y creándose casi fiestas alrededor de estos encuentros semi-imprivisados en las barberías de las grandes ciudades, se conoció al estilo musical como Old Town. En los años 30 se organizaron ya verdaderos grupos profesionales vocales de Old Town music, muchos de ellos blancos ya, cada uno más afín al jazz, al R&B o al gospel, según sus gustos. Eran conjuntos como Los Golden Gate Quartet, Los Ink Spots, The Cats & the Fiddle, Los Mills Brothers o los más evolucionados eslabones perdidos Los Sensations y los Ames Brothers, estos con mucha influencia crooner, desde los años 40. Los hermanos Mills, famosos por imitar con exactitud el sonido de los instrumentos de viento, abrieron el camino con "Tiger rag" (1931), y nada menos que otros 70 éxitos, si bien los Ink Spots fueron más perdurables e influyeron mucho más en las nuevas generaciones gracias a temas como "If I didn´t care" (1939) y otras docenas de éxitos. Durante la Segunda Guerra Mundial apareció un swing vocal, también muy influyente, blanco, que servía para levantar los ánimos y cuyas mayores representantes fueron las Andrews Sisters. Su función, estatus y género musical les permitió incluir no solo instrumentación, sino incluso orquesta, algo que a partir de lo cual otras bandas como Los Ink Spots empezarían hacer sin levantar demasiadas críticas entre los puristas, algo a lo que se agarrarían posteriores conjuntos de du-duá. Pero mientras tanto, en los barrios más pobres de las grandes ciudades los chicos más jóvenes empezaron a cantar fuera de las barberías, y aunque influidos por los Mills y los Spots, huyendo de cierto encorsetamiento y conformismo, decantandose más por el R&B más bailable, todavía no tenían posibilidad posibilidad alguna de hacerse acompañar de un instrumento, por lo que las voces trataban de imitar su sonido, haciendo unos coros onomatopéyicos sin sentido literal. También buscaban los ecos que pudieran mejorar su sonido, cantando en chaflanes, debajo de puentes, gimnasios de sus colegios o en túneles. Cuando el rhythm & blues sintiera la influencia del rock & roll en los años 50 es cuando podemos decir con vehemencia que había nacido el du-duá. Y es que esos coros a capella, usando generalmente voces de tenor, falsete, barítono y bajo (las cantantes femeninas del estilo aún tardarían en llegar) repetían mucho el recurrente soniquete du-uup desde que lo grabaran por primera vez Carlyle Dundee & the Dundees en 1954 (en Estados Unidos, por la misma regla de tres, se le llamó doo-wop y en Inglaterra shoo-be-doing), a pesar de otros fallidos intentos de definir estos sonidos fueron armonía de callejuelas o música de chaflán. Sin embargo, los grupos de este estilo han introducido paulatinamente instrumentos reales hasta casi ser parte también protagonista de las canciones, ante el horror de los puristas más intransigentes. La mayoría de las canciones suelen ser melodías románticas e inocentes, propias para adolescentes, por lo que pronto surgieron también bandas doo-wop femeninas, verdaderos antecedentes de los más modernizados grupos de chicas de los años 60, sin embargo muchas de sus letras contenían veladas alusiones sexuales que les crearon bastantes problemas cuando alguien reparaba en ello. Tras algunos grupos realmente pioneros y de enlace con el pasado, como Los Ravens, Orioles o Larks, podrían distinguirse varias escuelas norteamericanas, así las negras de Nueva York, la más prolífica, estilística y baladista, y Los Ángeles, más humorística y bailable, que dominaron el panorama vocal, con bandas de enorme éxito como Los Platters, Los Dominoes o Los Drifters. Todo esto hasta que hacia 1958 empezaron a aparecer grupos blancos, principalmente italoamericanos, que coparon el mercado gracias a su mayor acercamiento al rock & roll, entre los que reinaron, sin duda, Dion & the Belmonts. Otras características de los grupos de doo-wop eran sus humildes origenes, los lazos familiares entre ellos, sus relaciones desde la iglesia o el colegio, la falta de educación musical, el ser explotados sin piedad por las discográficas, sus estupendas coreografías y, generalmente, que solo tenían un éxito (a pesar de lo cual nadie conocía sus caras), si es que tenían alguno. Interminable sería hacer una lista de los principales grupos del estilo (muchos de los cuales tomaban nombres de pájaros, por aquello de que son cantores), así que solo nombraremos en esta entrada a grupos oscuros que no tendrán entrada propia en el diccionario, como The Dwellers ("Oh sweetie", 1958) o Peter Pete & the Lovers ("A lonely island", 1960).  En cualquier caso en los años 60 el doo-wop entró en una crisis enorme, debido en gran parte a que se había convertido en la cara amable y suave del rock & roll, vestidos elegantemente, la que los padres aceptaban, y claro, eso no podía ser. Su música y estética habían quedado obsoletas, y no solo eso, salvo excepciones, como Dion, eran artistas casi anónimos que la juventud no conocía por sus caras y que, además, no tacaban sus propios instrumentos, como los nuevos y dinámicos grupos que estaban arrasando, como Los Beatles. Así las cosas el doo-wop evolucionó hacía el soul entre los negros y hacía el surf vocal entre los blancos, y el género solo fue sacado de la crisis gracias al revivalismo de los años 50 que se produjo a finales de los años 70. Así, aparecieron bandas híbridas, como Baldwin & the Whiffles o Manhattan Transfer, antes de que Rocky Sharpe & the Replays lo volvieran a poner en los primeros puestos de las listas en los años 80. En España, en esa época y ahora, sus más conocidos representantes son Tennessee, aunque ha habido desde entonces muy buenas bandas del género ignoradas sistemáticamente por los ciegos y sordos grandes medios.

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