jueves, 17 de abril de 2008

The Big Bopper (Sabine Pass, 1930 - Clear Lake, 1959)

Jiles Perry Richardson nació en un pequeño pueblo tejano pero su familia se trasladó a Port Arthur cuando él aun era muy pequeño, ya que su padre era un trabajador itinerante de la industría del petroleo y la familia vivía en un remolque. Luego,cuando el progenitor consiguió trabajo en el puerto se establecieron en Beaumont, y fue allí que J.P. empezó a tocar la guitarra, componiendo su primera canción cuando solo tenía trece años. En el instituto destacó tanto en el fútbol americano (era un tipo bastante grande) como por su simpatía y buen humor. Allí también ganó su primer concurso musical y solía hacer llorar de risa a las audiencias escolares por sus letras hilarantes. Pensando en ser detective, estudió leyes en la universidad, la cual se pagó trabajando en los campos petrolíferos, pero en los partidos de fútbol americano tuvo que conformarse con tocar en la banda después de que una lesión de rodilla lo retirase del deporte. Lo contrataron de una radio local para hacer los efectos de sonido, pero desde 1949 tuvo su propio programa musical, que en seguida se hizo muy popular entre los jóvenes pues empleaba un lenguaje considerado inadecuado por los críticos, si bien a veces lo expresaba a través de su co-presentadora, una rana de goma llamada Aloysius. Se casó en 1952 y al año siguiente fue ascendido a supervisor de anunciantes, teniendo como músicos de las sintonías a luego estrellas como George Jones (para el que compondría algún tema de éxito) o a personajes como el cantante hillbilly Slim Watts, un tipo que llevaba siempre dos revólveres y que un día se disparó en el pie por accidente en el estudio. Fue memorable la vez que Watts y Richardson hicieron una carrera en cortacesped por las calles de la ciudad, entre otras excentricidades, enfocadas la mayoría de las veces, eso sí, a publicitar la emisora. Cuando el rock & roll empezó a pegar con fuerza, Richardson presentó uno de los mejores programas del género en el Sur, tomando el apodo para las ondas de The Big Bopper (El Gran Bopeador). Considerado uno de los mejores pincha-discos del país, además algún peoductor ya se había dado cuenta de su enorme potencial como músico, sobre todo por su capacidad de improvisación, pero entonces fue llamado para hacer la mili en 1955. Pasó el servicio militar a medio camino entre la base computerizada de radar (los principios de los mísiles balísticos) y el hospital por dos operaciones de hemorroides, y para cuando volvió otros le habían quitado el puesto en la emisora. Necesitado del dinero, pues por entonces ya tenía una hija, en mayo de 1957 aceptó la locura de intentar batir el record mundial de difusión radiofónica continuada, emitiendo desde una cabina acristalada que daba al público de la calle, para que la gente viera que no había trampa ni cartón. Aunque casi le cuesta la vida o al menos la salud mental, lo consiguió, emitiendo durante seis días seguidos pinchando 1821 canciones de rock and roll, haciéndole ganar mucho dinero (comenzó a construir su propio estudio de grabación) y elevándole a la fama nacional. Motivado por una apuesta, pues según el Bopper "cualquiera podía hacer música country", editó un par de discos de este género usando el poco secreto pesudónimo Jape Richardson, pero en una cara B ya incluyó un tema con acordes de rockabilly, "The monkey song" (1958). En las ondas el Bopper empezó a radiar sus propias canciones, ya del género ya versiones en broma de algunas más oportunistas. Y así, como una broma en la cara B de uno de sus discos llegó el sensacional y divertido tema "Chantilly Lace", una bomba que se aupó en seguida al número uno de las listas nacionales, convirtiendose en la tercera canción más oida de 1958, incluso en el extranjero. Intentando aprovecharse de ello el batería del Bopper, Bill Kimbrough, formaría el efímero grupo The Townsmen, para grabar la oportunista y pésima secuela "Chantilly Lace Cha cha cha". El Bopper fue contratado para grandes giras junto a otras grandes figuras del rock, causando sensación también su estética zoot-suiter, y en la de invierno de 1959 hacía tanto frio en el autobús que cogió la gripe. Se sentía tan mal que cuando Buddy Holly alquiló una avioneta para llegar antes a su siguiente destino le pedió al bajista de este, Waylon Jennings, que le cediera su puesto. Jennings aceptó y el Bopper selló su destino: La avioneta no pudo superar la ventisca y se estrelló poco despues matando al Bopper, a Buddy Holly, a Ritchie Valens y al piloto. El Bopper, de solo 28 años dejaba a una viuda embarazada, la cual daría a luz a un precioso niño llamado Jay tan solo 84 días despues de la muerte de su padre. También a título póstumo volvió a hacer un número uno, la canción "Running bear" de la que era autor y en la que hacía los coros a George Jones pero es que además dejó otra serie de impresionantes canciones como "Pink petticoats" o "It´s the truth, Ruth" en la que seguía explotando su sello personal de buen humor y conversaciones divertidas con su característica frase de Helloooooooo baby. Cuando creció Jay se sintió fascinado por la figura del padre que nunca pudo cononer y se ha convertido en el mejor imitador de él, con el que guarda gran parecido, apareciendo en conciertos homenaje y convenciones.
Múcicos: Big Bopper (voz y guitarra acústica), Hal Harris y Sonny Burns (guitarra), Buck Hinson (bajo), Bill Kimbrough (batería), Charles R. "Doc" Lewis (piano) y Link Davis (saxo).

Su divertidísima "Chantilly Lace".

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