Era tal su talento interpretativo innato y sus ganas de actuar que, con solo 13 años, debutó en Broadway con la obra "Fly away home". Fue tal su éxito que continuó en aquellos teatros neoyorquinos por otros diez años. Su actitud incorformista en cuanto a la actuación, su imagen atípica y su forma de vida rebelde con lo comunmente establecido le crearon una fama al joven Clift que pronto llegó a oidos de los cazatalentos de Hollywood que necesitaban chicos así para determinados papeles. De esta forma le dieron un importante papel en el clásico del western "Rio Rojo" (Howard Hawks, 1948) co-protagonizandolo junto a John Wayne y Walter Brennan. La genial interpretación de Monty, innovadoramente atormentada y disconforme con la autoridad de sus mayores, serviría como ejemplo a jovenes que vendrían despues como James Dean o Paul Newman. Por desgracia su mente también estaba atormentada por cierto sentimiento de culpa por su homosexualidad (que tanto escandalizó a sus conservadores compañeros de reparto) y empezó a beber. En su siguiente papel aquel mismo año (el dramón "Los ángeles perdidos") lo bordó de tal forma que fue nominado al oscar, gracias a su faceta sensible y de una belleza tierna pero viril que encantaba a las mujeres. Pero no serían este tipo de papeles ("Un lugar en el sol", "Estación Termini", "Corazones solitarios", "El arbol de la vida" o "De repente, el último verano"), los que le traen a estas páginas, sino aquellos de los años 50 más acordes con su verdadera personalidad tormentosa, dificil y renegona del poder establecido por padres, gobiernos o mandos militares, lo que le convirtió en ídolo de los jovenes rebeldes de aquella década. Así, en "Sitiados" (Seaton, 1950), en "De aqui a la eternidad" (Zinemann, 1953) y en menor medida "El baile de los malditos" (Dmytrik, 1958) es un militar que no dá jamás su brazo a torcer ante sus superiores; en "Yo confieso" (Hitchckok, 1953) muestra la misma actitud pero ante el estamento católico pues él es un sacerdote; etc... Pero en 1957 su intima amiga Elizabeth Taylor le convence para ir a una gran fiesta en su casa en la cual Monty, como es su costumbre, se emborracha y en el camino de vuelta tiene un grave accidente de coche que le desfigura la cara, lo cual le empuja a beber más y a empezar a tomar drogas, lo que conlleva un agravamiento de su latente locura. Desde entonces sus apariciones en pantalla se ceñirían a su ahora taciturno y amargado caracter, en "Vidas rebeldes" (Kazan, 1960) interpretando a un melancólico vaquero, en "¿Vencedores o vencidos?" (Kramer, 1961) dando vida a un tipo destrozado física y psicologicamente tras haber sido torturado por los nazis por sus tendencias sexuales y en "Freud" (Huston, 1962) haciendo del famoso psicoanalista. Pero ni el mismo Freud hubiera podido exorcisar los demonios que corroían el cerebro de Clift, el cual cada vez bebía y se drogaba más compulsivamente a pesar de los esfuerzos de su amiga Liz Taylor por salvar su mente (laTaylor se sentía culpable de su bajón trás el accidente de coche). Enloquecido se asomaba al balcón de su casa con frecuencia para gritar obscenidades y su salud se detrioró tan rapidamente que falleció de un infarto cuando solo contaba 46 años dejando atrás una carrera cuajada de éxitos con 4 nominaciones a los oscar.
También un bluesman, en "De aqui a la eternidad" Monty toca a la trompetilla "Re-enlist my blues".
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