Perteneciente a una familia muy humilde Bettie tuvo que ser ingresada en un orfanato cuando contaba seis años, trás el divorcio de sus padres, el padre un alcohólico que abusaba de ella y la madre una loca. Allí pasó varios duros años aprendiendo a coser, pero también despertó ello su interes por el mundo de la moda y la interpretación siendo coordinadora de un grupo de Arte Dramático en su adolescencia. Muy joven, con solo 20 años, se casó y se marchó a San Francisco donde gracias a su cuerpo perfecto y su personalidad característica (su original peinado, tan copiado por las rockeras actuales, es prueba evidente) pronto consiguió trabajo como modelo. En 1947 el matrimonio se rompió y Bettie se trasladó a Coney Island donde conoció a Jerry Tibbs, un fotógrafo aficionado, buena persona, que le hizo sus primeras fotos al estilo Pin-Up, es decir, posando de manera sutilmente sexi, de forma casi anónima, para portada de revista de la época. A Bettie le caia tan bien Jerry que le animó a hacerle algunas fotos desnuda. Pronto las fotos empezaron a ocupar las portadas de las revistas de moda o de variedades y en 1955 fue elegida Miss Pin-Up Mundial y se convirtió en una de las playmates de la revista Playboy. Su espectacular rostro empezó a ser muy conocido aunque realmente nadie sabía ni como se llamaba ni nada sobre su vida privada. El mundo de las top-models divas de los años 80 estaba todavia muy lejos, de hecho Bettie diseñaba y cosía su propia ropa. Tras fracasar en una prueba para Hollywood el editor de películas alternativas Irving Klaw y el fotógrafo Bunny Yeager la contrataron para unas sesiones mucho más atrevidas: Bettie debía aparecer en actitudes y vestidos sadomasoquistas, sola o acompañada de otras chicas (destaquemos entre ellas a Tempest Storm), atando (lo que ha dado en llamar "bondage") o azotando ("spanking"). Eran películas y fotos para circuitos muy pequeños pero pronto llamaron la atención del beato congreso estadounidense que las declaró pornografía pura y dura. La persecución a que se vieron sometidos hizo que en 1958 Klaw tuviera que deshacerse de Bettie. Esta volvió a casarse pero durante una discusión con su marido en nochevieja, pues él quería ir a emborracharse con sus amigotes, ella se fue a pasear, recalando en una iglesia que le llamó la atención por sus luces y ambiente, y allí y esa noche tuvo una visión, erronea pero visión. Consideró que había hecho mal posando desnuda y decidió enmendar sus pecados dedicando su vida a la iglesia, divorciándose casi de inmediato, y alistándose en una liga femenina por la decencia. Hubo de resisitir grandes presiones para no volver a su mundo, incluyendo chantajes y amenazas de muerte, pero lo que finalmente pudo con ella fue la intransigencia de aquella iglesia, que no la dejó hacerse misionera porque estaba divorciada. Les dejó y se trasladó a Florida, donde consiguió suculentos y míticos trabajos como modelo en bikini para postales turísticas. Se casó nuevamente en 1967, pero los genes esquizofrénicos de su madre empezaron as mostrarse, haciéndola inestable, girando hacía la religión u otras aficiones sin fijación alguna, y siendo ingresada en un psiquiátrico tras una crisis durante un par de meses. Aunque su marido la ayudó lo que pudo, terminaron divorciándose en 1972 y ella volvió a California para intentar sumirse en la oscuridad y el anonimato. No pudo ser porque el artista Dave Stevens publicó entonces su fabuloso y célebre comic "Rocketeer", cuya protaginista femenina no era otra más un trasunto de Bettie, y su imagen volvió a ponerse de moda. La curiosidad sobre qué había sido de ella recorrió el mundo, y al no encontrársela se llegó a pensar que había muerto o que estaba en las misiones en África, pero la realidad era mucho más triste. En 1983 había tenido un altercado absurdo con su casera y la apuñaló repetidamente sin que mediase provocación, siendo condenada a pasar diez años en un manicomio. Cuando salió era una triste sombra de lo que había sido, físicamente, porque afortunadamente había recuperado bastante cordura, si bien prefirió seguir en el anonimato sin aprovecharse de la fama de la que gozaba ya entre las nostálgicas más rockeras (y aficionados al erotismo en general) desde finales de los años 90. En secreto y de incógnito Stevens la llevaba a festivales o tiendas para que pudiera asombrarse de cual era el alcance de su fama, pero ella nunca quiso darse a conocer, incluso se negó a que le hicieran una sola foto, prefieriendo ser recordada para siempre con su físico de los años 50 (aunque apareció brevemente en un reportaje sobre su vida) hasta el momento de su muerte, provocada por un ataque al corazón a los 85 años de edad. Fue Betty la mejor de las Pin-Ups, inigualable a dia de hoy por más que se la intente imitar, por su físico, simpatía, gracia y originalidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario