miércoles, 18 de marzo de 2020

"Shake, rattle and roll" (Edward L. Cahn, 1956)

Una de las muchas películas divulgadoras del rock & roll en los años 50 (no estrenada en España, como la mayoría), quizá inferior a la media en cuanto a calidad y música, pero superior en cuanto a explicación histórica y sociológica del fenómeno, algo en lo que se incide ampliamente. No debe esta afirmación llamarnos a engaño, no es un tostón sesudo y pedente (aunque por momentos se puede hacer pesada), muy al contrario el humor es una parte tan esencial de la cinta que se podría decir que es una comedia casi alocada. De hecho se hace un homenaje a este tipo de humor con la insigne presencia de la veterana actriz Margaret Dumont, tan habitualmente humillada por Groucho en las genialmente dementes comedias de los hermanos Marx. Pero por otra parte la película, con la tibia excusa del argumento (los adultos reaccionarios de una ciudad intentando prohibir el rock & roll, pues pervierte a la juventud), hace un juicio, con juez y todo, sobre los pros y contras del rock, con su fiscal y abogado defensor (un pincha-discos interpretado por la luego estrella televisiva Mike Connors), presentando pruebas en contra como imagenes reales de fiestas de rock & roll de entonces, y a favor perspectiva histórica de tiempos pasados, demostrando a los mayores que también a ellos se les llamaba locos y delincuentes cuando bailaban charleston en los años 20, entre otras cosas. Recordemos que la película es de 1956, en pleno meollo del asunto, y por tanto un documento esencial y que, raro en las cintas de la época, consciente de la importancia de lo que estaba diciendo, y eso es algo que sí hay que alabar al director Cahn, veterano de películas de bajo presupuesto (incluyendo otras de adolescentes, como "Born to speed", "Girls in prison" o "Runaway daughters"). Aunque hay algunos momentos ingeniosos, el más hilarante sucede, precisamente, durante el juicio, y es cuando uno de los protagonistas (el estrafalario Sterling Holloway) se sienta en el banquillo de los testigos y habla tan en argot que necesita un traductor simultaneo para que se le entienda, un gag que será copiado dácadas después, con mayor acierto quizá, en la genial "Aterriza como puedas". En cuanto al plano estrictamente musical decir que, a pesar del título, el famoso tema homónimo no aparece en la película. No era más que un cebo, pues "Shake, rattle & roll" acababa de hacerse célebre gracias a las versiones de Bill Haley y Elvis Presley. Pero la original era de Big Joe Turner, el cual sí aparece en el film, cantando "Feelin´ happy", "Lipstick, powder & paint" y "Rock, rock, rock" (su banda, la de Chocker Campbell, tocará el tema instrumental "The choker"). También aparecen Annitta Ray cantando "Rockin´ on Saturday night", Wayne Walker haciendo lo propio con "Sweet love on my mind" y, la gran estrella de la película, Fats Domino, con "I´m in love again", "Honey chile" y "Ain´t that a shame". También es destacable la aparición constante de la pareja Rosie & Carlos, excelentes bailarines de rock & roll, lanzados en los títulos de crédito casi con categoria de estrellas, algo más que precipitado, pues no volvieron a aparecer en ninguna otra película o televisión. En cuanto a Cahn, decir que seguiría haciendo buenas películas de serie B para adolescentes, como "La chica de las carreras", "Motorcycle gang" o "Riot in juvenile prison", dejando claro que le gustaba mucho tratar el mundo de la delincuencia juvenil (incluso, aquí, en "Shake, rattle & roll", en un momento dado los jóvenes parecen dar la razón a los adultos al dar rienda suelta a un frenesí destructivo con un coche). Cahn, por desgracía, murió a principios de los años 60, cuando estoy seguro que aún tenía mucho que dar en el mundo del cine de bajo presupuesto.
 

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