martes, 27 de abril de 2021

"Elvis: Precious memories" (Donna Presley y Edie Hand, 1997)

Uno más de los cientos de libros, este no publicado en español, que forman un entramado puzzle que conforman la biografía del indiscutible rey del rock & roll, Elvis Presley. En este caso se trata de una autobiografía conjunta de una prima y una prima segunda de Elvis, centrándose casi en exclusiva, como no podía ser de otra forma, pues de lo contrario no habría tenido ningún interés, en su relación con el Rey. Aunque el libro está escrito por aficionadas sin talento especial para la literatura, y se nota (a pesar de haber sido ayudadas en su redacción por una periodista), y de que la mayoría de lo que cuentan son anécdotas inanes y sin demasiada gracia, alberga en su interior información exclusiva y privada para que, solo los fans de Elvis, lo lean con agrado.Y es que ambas primas dijeron mantener desde siempre, y hasta su muerte una relación muy cercana con Presley y su familia, llegando a vivir largas temporadas en Graceland y obteniendo trabajo allí, tanto para ellas como para otros tíos y primos. Y esto nos lleva a otro de los parrafos más interesantes del libro, cuando Elvis le confiesa a su prima, en los años 70, que en realidad querría no salir a esas agotadoras giras nunca más, pero que debe hacerlo porque demasiada gente depende de él. Elvis, queda reflejado en el libro: Era una gran  persona, generosa y entregada a los suyos al cien por cien. Pero también tenía contados arrebatos de carácter y algunas muestras de irresponsabilidad, poniendo en peligro su integridad constantemente en el interior de Graceland, con sus locas prácticas de tiro, corriendo salvajemente con los cochecitos de golf, o cabalgando a lo loco su caballo Sol Naciente, con el que llegó incluso a entrar en la casa al estilo de las películas de vaqueros. Hay más aspectos interesantes, como descubrir que la abuela de Elvis, a la que tanto quería y que se convirtió practicamente en la jefa de Graceland, era una mujer insoportable (aunque las autoras no lo digan así, se infiere), o las negativas reacciones de Elvis a la segunda boda de su padre o a la traición de Priscilla, su mujer. Curioso es también saber que Lisa Marie, la hija de Elvis, era una niña traviesa hasta volver majaretas a quienes debían vigilarla, y las reflexiones de las autoras sobre cual hubiera sido la reacción de Elvis ante las bodas de su hija, la primera con un miembro de la banda de su padre, y la segunda nada menos que con Michael Jackson, el artista preferido de Lisa desde pequeña. El libro se escribió antes del divorcio de ambos así como de lo más granado del escándalo sexual de Jackson, así que nada se dice de ello, obviamente. También son interesantes las reflexiones sobre como habría sido la vida de Lisa Marie si Elvis hubiese sobrevivido. Inteligentemente se deduce que no se habría mezclado con el mundo de la farándula de California, a donde se la llevó su madre, y habría llevado una vida más sureña y conservadora, tal y como le habría gustado a Elvis. Pero quién sabe, cada uno es como es. Y lo más emotivo de todo, la conversación de como Elvis se imaginaba cuando cumpliese 50 años. Tenía planeado, en un concierto el día de su cumpleaños, cantar "My way" desde una silla de ruedas o andar con bastones para hacer reir al público. Tristemente, como ya sabemos, aunque con 50 aún hubiera sido aún joven, ni siquiera llegó a esa edad. El día de la muerte del rey las primas no estaban en la casa, por lo que nada nuevo aportan en el libro, pero sí en el entierro, añadiendo un dato trágico que yo al menos ignoraba: Que durante el velatorio en la puerta de Graceland un loco borrachó embistió a la multitud y mató a dos chicas y dejó con serias secuelas a otra. Los últimos capítulos, ya con Elvis muerto, se centran en las familias cercanas de las escritoras, sus hijos y sobrinos, contando anécdotas de sus trabajos en el Graceland ya abierto al público, y haciéndonos descubrir, de paso, que unos primos segundos de Elvis, Los Hacker Brothers, llegaron a grabar el disco country "Close up the honky tonks". Más interesante de esta última parte es la sorprendente revelación de que, según la autoras, el padre de Elvis pensaba que había sido asesinado (cambiándole las pastillas habituales, la mayoría de ellas de efecto placebo sin que el Rey lo supiese, por unas de efecto real). También merece citarse la ingente cantidad de fotos inéditas que aportan, algunas de ellas bastante notables y que demuestran que, efectivamente, las primas sí eran íntimas de Elvis, no como varios incrédulos quisieron hacer creer. Esto nos lleva al espinoso asunto de la veracidad de la relación de las primas con Elvis, de las que esos mismos detractores dudaban. Poco después de publicarse este libro, y al ponerse en el punto de mira esta cuestión, se descubrió que una de las autoras, Donna Presley, y su marido Buddy eran unos timadores profesionales que habían estafado a cantidad de gente por medios de lo más imaginativos (incluido, como se sabría después, a su prima co-autora de este libro). Y ahora, con la fama de ser prima de Elvis había conseguido préstamos de bancos (que nunca devolvía), viajes y contratos en convenciones de Elvis y venta de merchandising que le granjearon pingües beneficios, llegando a construirse una casa en Arkansas casi igual a Graceland. Compraron joyas, apartamentos y coches de lujo sin pagar los plazos, y se declararon en bancarrota fraudulentamente, llegando a vender un anillo, supuesta aunque falsamente firmado por Elvis, por una fortuna. Finalmente, en 2003, fueron detenidos y acusados de múltiples delitos, incluyendo el de esconderse bajo una identidad falsa... ¡James Dean y señora!. Pasaron poco tiempo en prisión y Buddy falleció el año 2013, mientras que Donna (que llegó a hacerse un test de ADN para acallar rumores sobre si ni siquiera era prima del Rey, que, por cierto, resultó inconcluyente) siguió aprovechándose de su parentesco con Elvis, escribiendo un absurdo libro de recetas de lo que comía este (preferentemente hamburguesas y sandwiches de mantequilla de cacahuete) o vendiendo objetos que dice eran de Elvis. En cuanto a la otra autora, Edie Hand, es verdad que también ha ido a muchas convenciones y programas sobre Elvis,  pero ha llevado a cabo su propia carrera como actriz y fundadora de asociaciones benéficas. (gracias a Toni Lee Quesada por regalarme el libro).

 

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