domingo, 15 de septiembre de 2024

"Rock around the clock" (Fred F. Sears, 1956)

Esta fue posiblemente la primera película de rock & roll pues se estrenó en los cines de los Estados Unidos a principios de 1956 y la que algunos consideran pionera, "Semilla de maldad" (1955), era en realidad un drama sobre la delincuencia juvenil en las aulas que del rock & roll solo tenía la canción de los títulos de crédito, precisamente "Rock around the clock", y cierta actitud de los protagonistas. Esto en Estados Unidos claro, porque en España nunca se estrenó en  cines en su época, al contrario que en varios países hispanoamericanos, donde lo hizo con el título "Al compás del reloj". Al hilo de esto decir que siempre se ha traducido mal el título de esta mítica canción, cuando la expresión estadounidense lo que querría decir es "Rock todo el tiempo", "Rock a todas horas" o "Rock a contrareloj". El caso es que su estreno provocó graves disturbios en los cines de Estados Unidos y Gran Bretaña, pero no por actitudes delictivas de los asistentes, sino porque los jóvenes no se podían quedar quietos en los asientos y terminaba acudiendo la policía y sacando las porras. Bien es verdad que hubo algunos alborotos por falta de entradas o porque algunos exaltados de más golpeaban las butacas al ritmo de la música, pero nada tan grave como la prensa conservadora dijo. El argumento es simple a los ojos actuales, aunque desde luego original y fresco para la época: Un representante de artistas llamado Steve Hollis (interpretado por Johnny Johnston) se da cuenta de que en plenos años 50 las viejas bandas de música romántica, de jazz o swing tranquilo no tienen ningún futuro, pues a la juventud no les atraen y no bailan con ella. En busca de algo mejor que sus sosos representados (la banda de George Hiller) parte de viaje con su contrabajista y en un pueblo se encuentra con un salón de baile donde están actuando Bill Haley & the Comets, supuestamente un grupo de pueblo desconocido, aunque en la realidad ya eran todas unas estrellas. Los jóvenes vibran con el rock & roll y dan auténticos espectáculos de baile, sobre todo una chica llamada Lisa (interpretada por la bella actriz-bailarina Lisa Gaye, hermana de la más famosa Debra Paget) y su hermano Jimmy (interpretado por el bailarín Earl Barton, que ya había mostrado sus dotes en "Siete novias para siete hermanos"). Hollis ve claro el futuro y se ofrece a representar a Haley, los Comets y a los hermanos danzarines. A partir de ahí una trama romántica, una trama empresarial y mucho rock and roll. Haley y los suyos interpretas muchos de sus clásicos, como "Happy baby", "Rock-a beatin´ boogie", "Razzle Dazzle", "ABC boogie", "Mambo rock", "See you later alligator" y "Rudy´s rock", y en las actuaciones que les consiguen aparecen como teloneros Freddie Bell & his Bellboys ("I´am gonna teach you how to rock" y "Giddyud dingdong"), Los Platters ("Only you" y "The great pretender") y el combo latino de Tony Martínez, que era quién había compuesto "Mambo rock" para Haley ("Solo y triste", "Cueros", "Mambo Capri" y "Bacalao con papá"). Además, la sosa melodía de Hiller "Let´s fall in love". Para amenizar todo esto, como maestro de ceremonias nada menos que el padrino del rock & roll Alan Freed. En fin todo un divertido festival de rock & roll fantástico para promocionar el género que cumplió su cometido. Paradojicamente, con un Haley lanzado ya al estrellato mundial gracias a ello, su carrera comenzaría un rápido declive a los pocos meses del estreno de la película, debido en buena parte al ascenso de un rockero mucho más joven, dinámico y talentoso como fue Elvis Presley, algo parecido a lo que le pasó a Bell, y en menos medida a Los Platters (sus carreras pueden verse en sendos artículos sobre ellos en este mismo blog). Curiosamente el boricua Martínez, que interpretaba una especie de esperanzadora nueva hornada musical latina también se quedó atrás y se dedicó a la actuación, consiguiendo un importante papel en una serie hasta 1963. Luego volvió a reunir su grupo para actuar en un night-club de Hollywood, y falleció en Las Vegas en 2002 cuando tenía 82 años. Las habilidades para el baile de Gaye le valieron para aparecer en otra película de rock & roll al año siguiente, "Shake, rattle & roll", pero ahí terminó toda su relación con el género, pasando el resto de su carrera, hasta su muerte en 2016, a interpretar sobre todo papeles en series de televisión. Barton siguió bailando en varias producciones de rock & roll hasta finales de los años 60 y luego trabajó como coreógrafo en Hollywood hasta los años 80. Murió nada menos que con 93 años en 2022. Curiosamente, la carrera cinematográfica de Johnston, que a pesar de haber sido cantante profesional no canta en toda la película, terminó aquí, y tras el rodaje abrió un club nocturno del que vivió el resto de su vida hasta que falleció en 1996 con 80 años de edad. Sears, al que todavía le dio tiempo a hacer otra película del género, "Don´t knock the rock", falleció al año siguiente cuando solo tenía 44 años.   
Ver página 270 de Historia trágica del rock.

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