miércoles, 27 de septiembre de 2017

"Sin vergüenza" (Mel Damski, 1985)

Otra comedia juvenil con trasfondo de rock & roll, una especie de subgénero de la época que, por más que algunas de ellas dejasen bastante que desear, hoy en día se echan de menos en medio de tanta basura espacial y cine de animación. Estamos aquí ante una producción bien montada y escenificada y que aprovecha el tirón de otras similares y cercanas en el tiempo, recurriéndose a atractivas jovenes promesas con la esperanza de repetir el éxito de "American grafitti", "Grease", "El cielo puede esperar" o "Regreso al futuro" y la calidad de "The wanderers". No se consiguió, aunque se consiguieron aceptables beneficios y aunque los actores no alcanzaron el estrellato pudieron seguir viviendo del cine y aún lo hacen. "Mischief", que tal es el título original de la cinta, toma elementos de las películas citadas y algunas más, homenajeando incluso otros films clásicos del rock & roll, como "Rebelde sin causa" y "Amame tiernamente", pero siempre a un nivel muy inferior. La historia, aunque copiando elementos de aquí y de allá y con una falta de ingenio en los diálogos alarmante, se mantiene bien gracias a los simpáticos personajes principales, a la acción, cierto humor y a una banda sonora espectacular de clásicos del rock & roll, du-duá y rockabilly hasta la mitad del metraje. Luego, de pronto, la cosa se vuelve un doble melodrama amoroso con escenas desesperantes donde desaparece el más mínimo sentido del humor. No la salva en estos momentos, como los productores podrían pensar, las escenas picantes, incluyendo un sorprendente desnudo integral femenino, sino nuevamente la banda sonora, sustituyendo el buen rock & roll la falta de talento para crear un guión de calidad y original. La trama se desarrolla en una pequeña localidad estadounidense en 1956, y se basa en el típico chaval de instituto tímido y poco popular cuya vida cambia cuando llega a la ciudad el también típico rebelde rockero y traban amistad. Ambos se enamorarán de las dos más guapas chicas de la localidad y se meterán en lios con los chuletas pijos del instituto, con la autoridad y con los padres, como vereís nada nuevo bajo el sol. Sin embargo las muy bien escogidas canciones, tanto en calidad como en oportunismo, aunque muchas de las cuales no concuerda con el año en que se desarrolla, nos animarán toda la película y nos harán disfrutar, al menos de un visionado. Como vereis la BSO no tiene desperdicio: "Blueberry hill", "I´m in love again" y "Ain´t that a shame" (Fats Domino), "Don´t be cruel" (Elvis Presley), "Be bop A-Lula" (Gene Vincente), "Young love" (Tab Hunter), "Sweet little sixteen " y "School days" (Chuck Berry), "Maybe baby", "Everyday", "That´ll be the day" y "Peggy Sue" (Buddy Holly), "Love is strange" (Mickey & Sylvia), "One summer night" (The Danleers), "Since I met you baby" (Ivory Joe Hunter), "It only hurts for a little while" (The Ames Brothers), "My prayer" y "The great pretender" (The Platters), "A lover question" (Clyde McPhatter), "See you later alligator" (Bill Haley), "At the hop" (Danny & the Juniors), "Since I don´t have you" (The Skyliners), "It´s all in the game" (Tommy Edwards), "Heart & Soul" (The Cleftones) y "Rip it up" (Little Richard). Muy repetidas en películas de este tipo pero siempre de agradecer.

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