martes, 26 de septiembre de 2017

Delbert Barker (Frenchburg, 1932)

Natural del Estado norteamericano de Kentucky, se trasladó no obstante con su familia a vivir a Middletown (Ohio) cuando tenía doce años. Se crió en un entorno rural escuchando música country y pronto aprendió a tocar la guitarra y a cantar. Después de algunas actuaciones, principalmente en fiestas de pueblo, compitió en algunos concursos de jóvenes talentos y finalmente apareció en una televisión local, donde le vio Carl Burkhardt, el astuto empresario de la vecina Cincinnati propietario de unos cuantos sellos discográficos. Burkhardt tenía una práctica manera de entender el negocio musical, editando canciones que acababan de tener un tremendo éxito a nivel nacional pero cantadas por artistas desconocidos, a los que por tanto tenía que pagar poco, y en discos con varias de estas canciones, similares a los recopilatorios de éxitos baratos de los años 80. Se hinchó a ganar dinero de esta forma, y no daba a basto a sacar discos por lo cual siempre estaba necesitado de músicos de talento para sacar adelante sus productos. Barker era perfecto para esto y se convirtió en uno de los cantantes más prolíficos de su factoría. Comenzó como uno de sus especialistas en country y hillbilly más animado, como desmuestran temas como "Settin´ the woods of fire" (1952), "Steel guitar rag" (1953), "You win again" (1954) o "There she goes" (1955), siendo desde el principio de los pocos a los que confiaba la ejecución de un EP de cuatro canciones completo, lo cual dice mucho en el mundo de Burkhardt. En realidad podía hacer de todo, y ello le valió el título de Rey de las versiones (en sus actuaciones en directo incluso imitaba las voces de otros cantantes), salir con frecuencia en la radio y editar en los diferentes sellos de Burkhardt la increible cantidad de 85 discos en tan solo cuatro años, muchos de ellos con cuatro canciones. Pocos artistas de su generación pueden decir lo mismo. No es de extrañar que los vecinos de King, entonces una de las discográficas más potentes del país, le hicieran una oferta para comenzar una carrera más seria, es decir lanzando sus propias canciones, oportunidad que por supuesto no desperdició. Barker también habia demostrado su destreza con el rock & roll y el rockabilly (había hecho una versión, por ejemplo, del "Blue suede shoes"), género que le gustaba realmente, no como a otros criados en los brazos del country, y los de King estaban encantados de que se decantase por ello, en busca siempre de un joven rockero de éxito que aún no habían encontrado.Así, editaron su excelente "No good Robin Hood" (1956), pero los de King nunca destacaron por su paciencia y cuando el disco no se vendió bien le hicieron recular un tanto de nuevo hacia el country, con temas como "Wild heart" (1957). Esto tampoco funcionó y Barker se empleó como músico para Shorty & Smokey Warren en Nueva Jersey, si bien, algo decepcionado volvió a Middletown, dejó la música de modo profesional (no en reuniones provadas) y se empleó como agente de la ley, alcanzando el rango de teniente. Aún así King le editaría un último disco, el country más moderno "It can´t last gone" (1966), pero la música ya era para él una afición, un hobby en el que desbordaba talento todo sea dicho, pues su composición "You almost slipped my mind" llegó al número uno de las listas country de la mano de Charlie Pride. Tras jubilarse de la policía abrió un estudio de grabación y un sello discográfico, Central, para grabar country, bluegrass y gospel y artistas locales y en el siglo XXI ha vuelto a actuar por su condado.
Músicos: Delbert Barker (voz y guitarra acústica), Ralph Barker (guitarra) y The Country/Gateway All-Stars.

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