martes, 14 de febrero de 2017

William C. Burchett (Olive Hill, 1924 - Ashland, 2012)

El 28 de febrero de 1958 un autobús escolar se salió de la carretera y se precipitó al río Big Sandy, en plena crecida, cerca de la localidad norteamericana de Prestonburg (Kentucky). Murieron ahogados 26 niños y el conductor en la mayor tragedía de este tipo dada en Estados Unidos hasta entonces. Burchett, director de una agencia publicitaria de un pueblo vecino al que la tragedia tocó de cerca, compuso de inmediato una canción sobre los hechos, "Tragedy of school bus 27", para el cantante country local Ralph Bowman con la intención de cantarla por los pueblos recaudando fondos para las familias de las víctimas. Publicada finalmente por discos Excellent, un sello de Cincinnati propiedad del cantante Estel Lee (donde por cierto, grabó un buen disco de rockabilly, "He´s my man", la desconocida cincinatiense Launa Gunter), fue un gran éxito en el Estado y Bowman se convirtió en popular, saliendo de gira con el espectáculo de Jimmie Skinner, donde llegó a ser telonero de estrellas emergentes del country como George Jones. Burchett, que para entonces era ya prácticamente su representante, se animó con este éxito y decidió fundar su propia discográfica, Royaal, en el cercano pueblo de Ashland, con su pupilo Bowman como buque insignia. Su rockabilly "Can´t I love nobody but you" (1958), con coros de las Shivel Sisters hubiera merecido mejor suerte, pero la falta de éxito comercial les desilusionó tan pronto que en seguida volvieron al country con "Man was born". Royaal aun editaría otro disco de rock & roll antes de cerrar, el single "Daddy frog" (1959) por parte de Big Daddy & Little Sisters, que llevaba en la cara B el muy superior tema instrumental "Bus ride" por parte de unos tales D.H. & the Down Beats. De Bowman ha de decirse que siguió tocando en el circuito de country y bluegrass, pero luego se le perdió la pista. Fundó entonces Burchett discos Fern, llevándose con él a las citadas hermanas Shivel, que inauguraron la compañía haciendole los coros a un nuevo artista de rockabilly, Lonnie Ragan, en su disco de debut y de despedida: "She´s gone" (1960). No fueron las únicas aportaciones de Fern al rock & roll, pues grabó a gente algo más conocida, como Hugh X. Lewis o Billy Adams, así como algunos discos de Don Sharp, "Hazel and Jean" (1961), grupos instrumentales como Los Jewels o los Paramounts, y otros proyectos de rocker como Lloyd Maynard, "True lovin´" (1962), o de teen-idol como Eddie Lee ("Teen age love"), que se quedaron por el camino. Las ventas no fueron buenas en ningún caso y Burchett cerró Fern a finales de 1962. Pero lejos de rendirse abrió un nuevo sello, Bur-K, aun más modesto pero que ya de principio se decantó por el rock & roll con el single "The polka wheel" (1963) de unos desconocidos Genia Merrill & the Crownsmen. Fichó también a Everett Pauley, un joven virginiano que había tenido un grupo de western-bop llamado The Swingin Drifters y que lleno de entusiasmo se había auto-editado dos singles de rockabilly: "Little girl" (1963) y "Hot rod boogie" (1964), este último usando el pseudónimo de Jack Kitchen, que fueron bien aireados en la radio local por un amigo pincha-discos. En Bur-K Pauley grabó una versión del "Playing for keeps" (1965) que desgraciadamente tampoco tuvo la más mínima repercusión. Burchett editó aun un buen aunque anacrónico disco de high school, "Tender lips" (1966), a un tal Gary Blair, antes de especializarse definitivamente en country, pero ni aun así el negocio prosperó y se vio obligado a cerrarlo a principios de los años 70. En cuanto a Pauley parecía claro que tendría que buscarse la vida por su cuenta, así que fundó su propio sello, Gypsy (Gitano), tomando el nombre de una de las canciones de su repertorio, y de pasó rebautizando a su grupo como The Gypsies, en una especie de jugada publicitaria a pequeña escala. Grabó el tema rockabilly "Goodbye, It´s over, I´m gone" (1971) con un tema country & western en la cara B de su amigo Paul E. "Tiny" Wellman. Ni que decir tiene que ninguno de estos trucos funcionó y el proyecto Gypsy cerró. Pauley siguió tocando por el circuito de clubs sureño durante los años 70, 80 y 90, y sin haberse rendido, falleció siendo aun relativamente joven. Wellman, que llegó a grabar algunos discos más de country cristiano, le sobrevivió solo unos meses y falleció cuando solo tenía 50 años. Burchett, aun abrió un nuevo sello discográfico, Redwood, especializado ahora en bluegrass (con una impresionate edición del "Dueling banjos" a cargo del niño Tim Sergent), que duró hasta finales de los años 70. Aunque nunca apartado totalmente del mundo de la música, volvió a centrarse en su agencia publicitaria y falleció ya retirado a los 88 años de edad. 

No hay comentarios: