martes, 3 de marzo de 2015

Bobby Lollar (Trenton, 1941)

Nacido en el norteamericano estado de Tennessee en el seno de una pobre familia de jornaleros, el pequeño sorprendió a los familiares cuando empezó a cantar antes siquiera de poder artícular palabras. Tras destacar en el coro de la iglesia y subido encima de las mesas de la cafetería del colegio, descubrió el rockabilly en su adolescencia y empezó a cantar por la zona en cualquier oportunidad que se le presentaba. Tocó en un grupo llamado The Ramrods y trabó amistad con Carl Perkins, siendo invitado por el astro a subir al escenario con él en más de una ocasión. Entre las influencias de Perkins y el propio talento de Lollar, este pudo grabar en solitario el single de salvaje rockabilly "Bad bad boy" (1958) en el modesto sello Benton. El mismísimo Sam Phillips, de Sun Records, se sintió impresionado por la canción y le ofreció un contrato. Pero tal y como anunciaba la canción, el contraste entre el carácter tranquilo y familiar de Perkins con el de Lollar no podía ser más acusado. Este era rebelde, dificil, pendenciero y dado a los excesos y ninguna discográfica ni promotor lo quería cerca. Sus constantes borracheras terminaron de arruinar su prometedora carrera, y no ayudó a templar su carácter algunas desgracias producidas en su recién formada familia, incluido el fallecimiento de su primer hijo, al que seguirían otros tres y su querida esposa en los siguientes seis años. Semejante cúmulo de tragedias le empujaron a las drogas y a enrolarse en una banda de motoristas que recorrieron el país haciendo toda clase de tropelías, dejando por el camino una hija pequeña en casa de unos familiares. Establecido en Los Angeles, estuvo viviendo a salto de mata, hecho un muerto viviente, drogándose y emborrachandose, hasta 1985, año en que fue rehabilitado por los fieles de una iglesia de Georgia. A cambio, Lollar cantaba en sus misas, componiendo nuevas canciones todas las semanas y, oh amigos, de rockabilly. Lollar no cambió el estilo, solo las letras, y así le aceptaron, teniendo tanta aceptación que hoy día es un predicador más, eso sí con aspecto rockero. Ver al pastor Lollar interpretar temas como "Rock-A-Billy church" en su pequeña iglesia de Covington sí que es, creedme, una verdadera experiencia religiosa, y no lo de Enriquito Iglesias.
Músicos: Bobby Lollar (voz y guitarra), Ken McDaniel (bajo), W.S. Holland y Greg Frye (batería), Larry Frye (piano) y The Pete Beaver´s Band.

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