Nacido en el estado norteamericano de Georgia, Jarvis era un chico de familia humilde que tuvo que emplearse siendo todavía un adolescente en una imprenta. Cuando alcanzó la edad requerida fue llamado a filas por la marina y estacionado en la base naval de Norfolk, Virginia. Estando allí sucedería un hecho que cambió su vida en 1955: La emergente figura del rock and roll, Elvis Presley, llegó a la ciudad para ofrecer un concierto. Cuando le vio le causó una verdadera conmoción, haciéndole desechar sus gustos anteriores por el hillbilly para convertirse en un amante del rockabilly que quería ser como Elvis. Aprendió a tocar la guitarra y empezó a componer algunos temas, de tal forma que cuando terminó el servicio militar consiguió interesar a la modesta discográfica local Viva, la cual le editó un single que llevaba en la cara B el homenaje al ya rey del rock, "Don´t knock Elvis" (1959). Era una especie de oda hablada a Presley con algunos de sus temas más famosos sonando de fondo, una apuesta rara y arriesgada que por supuesto no funcionó (la cara A era un típico tema country llamado "Honest John"). Al menos interesó a la discográfica de Mississippi Thunder, que le editó su agresivo y rocker blues "Swingin´ cat" (1960), con "Honest John" ahora en la cara B. Un poco en la misma linea iban sus siguientes discos, "Dimples" e "Indian love call" (1961), ya para MGM. La falta total de éxito le devolvió a la realidad de tener que seguir trabajando en lo suyo, pero no queriendo apartarse de la música, lo hizo ahora como impresor de partituras para la importante editora NRC, que en ese momento estaba grabando a estrellas de la talla de Mac Davis o Jerry Reed. Jarvis pasaba tanto tiempo en el estudio que llegó a controlar perfectamente la mesa de mezlcas, hasta tal punto que cuando el ingeniero de sonido dimitió (quizá por la extravagancia de Jarvis, que a veces llegaba con su mascota, un ocelote, al estudio) le pusieron a él en su lugar. Su competencia y oido musical colocó a uno de sus nuevos grupos, Gladys Knight & the Pips, en el número uno de las listas en 1961. Luego le fue muy bien con el imitador de Elvis Vince Everett y con Tommy Roe, por lo que fue puesto en plantilla, como responsable de artistas y repertorio por la poderosa sección discográfica de ABC en Nashville (a cambio tuvo que renunciar a algunos de sus derechos de copyright). En la ciudad pronto se haría notar por sus excentricidades, hasta el punto que fue expulsado de su comunidad de vecinos por bañarse con su anaconda en la piscina comunal. Si dejamos estas cosas aparte, en seguida se convirtió en uno de los más importantes pilares de la sección técnica y guía de la famosa producción musical de la ciudad. El mismísimo Fats Domino le debiói mucho en esos años y le puso el sobrenombre de Fel-tono, que este lucía orgulloso. En 1965 le fichó la RCA, la discográfica más importante del mundo en aquellos momentos, convirtiéndose en seguida en el espíritu más rompedor y rebelde del mundillo de la ciudad, poniendo a prueba la paciencia de su jefe directo (el afamado guitarrista Chet Atkins) al instalar a su anaconda en su despacho, pero dando muestras de su genialidad y ganas de innovar, al grabar un disco en directo en plena calle (con ruidos de tráfico de fondo) a la cantante ciega Cortelia Clarke. Atkins le convirtió entonces en productor de la gran estrella de la casa, Elvis Presley, no solo porque sabía la admiración de Jarvis por el rey, sino porque sabía que conectarían al tener un carácter similar y porque a ambos les gustaba grabar de noche. Jarvis, fan número uno de Presley, se atrevió a decirle lo que otros no hicieron y consiguió enderezar una carrera que había languidecido por culpa de horribles bandas sonoras para sus películas de los años 60. Cambiando sonidos, repertorio, técnica e infundiendo nuevos brios e ilusión su primer logro juntos fue un magnífico disco monográfico de góspel, así como algunos temas básicos de su repertorio de conciertos en años posteriores. Por desgracia Jarvis también se vio metido en la vorágine burocrática, comercial y apática de la discográfica y del manager de Elvis, perdiendo poder y, con el tiempo, ganas, viéndose obligado a grabar auténticas sandeces, de nuevo para películas. Tras casarse con la secretaría de Atkins en 1969 (yendo de luna de miel a Las Vegas para supervisar los conciertos de Elvis) dejó RCA para convertirse en el ingeniero de sonido particular y exclusivo de Presley y luego en su productor. Fue él quién aportó a los nuevos músicos, la basa de su sonido de los años 70, cuyo primer éxito artístico se materializó en el disco monógráfico de country qye Elvis grabó en 1970. Pero una afección renal, que le obligó a alquilar un riñón artificial (ya que el centro de diálisis local cerró) le apartó de todo aquello y a punto estuvo de morir, hasta que a última hora, en 1972, le llegó un donante milagroso, detrás del que algunos creen que estaba la generosa donación económica de Elvis a una clínica privada. Quizá el agradecimiento a su jefe y amigo (y la debilidad física) le domesticaron convertiéndole en uno más de los aduladores que le rodeaban, sin aportar a partir de aquí mucho en el resto de su carrera. De igual forma fue testigo mudo y por tanto en cierta forma responsable parcial del deterioro físico y mental del rey que le llevó a la tumba en 1977, siendo Jarvis uno de los portadores del féretro. Este no viviría mucho más, víctima de su débil corazón, cuando solo contaba 46 años de edad.
Músicos: Felton Jarvis (voz).
"Dimples" (1961)
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