Discos Sun de Memphis, Tennessee, era ya una empresa famosa desde que vendiera sus derechos sobre Elvis Presley a la multinacional RCA en los últimos días de 1955. Todos salieron ganando, RCA multiplicó sus ganancias, Presley se convirtió en el Rey del rock & roll y Sam Phillips, propietario y director de Sun, ganó prestigió y fichó a nuevos y prometedores cantantes. Entre ellos a Jerry Lee Lewis, Carl Perkins y Johnny Cash, todos ellos mitos musicales a día de hoy. El 4 de diciembre de 1956 Lewis, al cual le acababa de ir bastante bien localmente con "Crazy Arms", estaba en la sala de grabación de Sun haciendo una pruebas preliminares de su "Great balls of fire", pronto una auténtica bomba mundial. En la sala de audiciones se encontraban Perkins y sus hermanos, que acababan de convertirse en la nueva estrella emergente del rockabilly gracias al aplastador triunfo de su tema "Blue suede shoes", escuchando las pruebas de su nuevo disco "Matchbox". Pues bien, Presley, ya toda una estrella, se acercó por allí junto a un amigo, un primo y una novia (la guapa starlette Marilyn Evans) para saludar a Phillips y ver que se estaba cociendo en el estudio, cuya puerta estaba llena de Cadilllacs de los músicos. Dentro Elvis y sus amigos Perkins y Phillips charlaron animadamente un rato mientras Lewis, de todo menos un tímido, se metía en la conversación y empezaba a aporrear el piano impaciente. De forma natural Elvis y Carl se le unieron y empezaron a tocar el "Blueberry Hill". Mientras seguían charlando, Charlie Underwood (compositor de "Ubangi Stomp") trajo una guitarra y la cosa se fue animando, interpretando los tres "Isle of golden dreams". Al terminar el tema, alguien en la sala de sonido, el menos lento de todos (o Jack Clement o el propio Phillips), puso en marcha la grabadora inmortalizando para siempre aquella histórica e irrepetible sesión. Phillips llamó a un fotógrafo para inmortalizar el momento (mucho tiempo paracía que solo había hecho una foto, la única disponible que vemos arriba, pero recientemente se ha descubierto el resto del carrete, que aclara muchas cosas), a su nueva estrella Johnny Cash (el cual había asombrado a la nación con su mezcla de country y rockabilly en sus exitazos del año "Folsom prison blues" y "I walk the line") y dijo que con
"ese cuarteto podría vender un millón", poniéndole nombre sin intención al efímero grupo (otro mito del rockabilly, Charlie Feathers, también estaba en el estudio, pero algo huraño y desconocido para los medios, decidió mantenerse al margen). Los chicos siguieron cantando canciones populares, cada vez pasándoselo mejor, con Elvis casi siempre llevando la voz cantante, acompañado a la guitarra por Perkins (y por momentos, por otros músicos de estudio), al cual apenas se le oye pues estaba detrás, mientras que Lewis, siempre soberbio, se hizo con un micrófono para él solo al darse cuenta que estaban grabando, llegando a apartar a Elvis del piano. Phillips intentá por todos los medios que Elvis cante "When It rains, It really pours", tema sobre el que ha conseguido los derechos exclusivos, pero es en vano. A veces empiezan una canción y la cortan a la mitad por no sabérsela (alaban a Chuck Berry) o bien porque les da la risa, como cuando Elvis imita la voz de Cash en "I´m with a crowd but so alone", pero es evidente en toda la grabación el talento de estos cuatro genios. En un momento dado Cash, el más taciturno, se fue porque tenía que hacer algunas compras con su mujer, y el resto se puso a tocar algunos éxitos de rock & roll como "Rip it up" de Little Richard o "When the saints go marchin´ in" de Bill Haley, así como el "Don´t be cruel" del propio Elvis, el cual, siempre bromista, la canta como lo hace Jackie Wilson cuando le imita a él. Entra y sale gente todo el rato, músicos a veces que ayudan con las armonias, pero pasado un buen rato Perkins también se va (sus hermanos se habían ido en seguida) y es Lewis quién se sienta al piano y enseña algunas de sus temas a Presley, entre ellos "Crazy arms", despues de lo cual se despiden y se van para no encontrarse nunca jamás los cuatro en la misma habitación. Parece ser que Presley estuvo cuatro horas allí pero la grabación solo refleja una hora. De todas formas no se podía editar en disco por problemas legales con RCA y aquella cinta quedo como un misterio irresoluble, como una especie de leyenda urbana que hubiera parecido falsa de no ser porque el periodista Robert Johnson, que se presentó allí también, escribió un artículo en el periódico local sobre aquel hecho al día siguiente de producirse, desvelando cuales eran las dos primeras canciones que tocaron (aquellas que no se grabaron). Se especuló mucho con cuales eran las otras durante años, pero solo se acertó con una, "Peace in the valley", ya que era la que Elvis interpretó en televisión solo unos días después. Las copias en acetato que Phillips hizo de la cinta para regalárselas a los protagonistas nunca se enviaron, no se bien porqué, y se perdieron. En 1979 Jerry Lee Lewis ya no era la estrella de antaño, había caido en desgracia y se había sumergido en el a veces oscuro circuito de la música country. Para salir del bache, siempre marrullero, recurrió al ardid de lanzar un álbum llamado "Duets: Jerry Lee Lewis & friends" en el que dejaba caer que quienes le acompañaban eran Perkins, Cash y Presley, truco doblemente tramposo pues Elvis había muerto hacía poco. No era cierto y no eran las grabaciones perdidas de 1956, uno de los que cantaba con él era el imitador de Elvis Jimmy Ellis, luego conocido como Orion, todo lo cual no resta ni un ápice de calidad a un disco memorable. Finalmente, en 1984, los nuevos accionistas mayoritarios de Sun, Charly Records, llegaron a un acuerdo con RCA para editar aquella mítica grabación del 56. Se redujo a un vinilo de 40 minutos y la verdad es que decepcionó a más de uno que esperaba rockabilly a mansalva. Aun así fue tal el éxito y la expectación generada por ver a estos astros juntos que los tres supervivientes decidieron volver a reunirse en el mismo estudio para grabar otro álbum, esta vez ensayado y con más medios. Para reemplazar al Rey caido se recurrió a la otra gran estrella sobreviviente de aquellos rutilantes días, Roy Orbison. El disco se llamó "Class of 55" (1986) y es una obra imprescindible que incluye rock & roll, country, baladas, high school y doo-wop (destacable entre todas es el emotivo homenaje a Elvis, "We remember the King") y que cuenta con artistas invitados de la talla de John Fogerty, Dave Edmunds, June Carter, Ricky Nelson y el batería W.S. Holland, que ya estuvo en la sesión de 1956, amén de una colaboración a los coros del mismísimo Sam Phillips. En 1987, para conmemorar los diez años de la muerte de Presley, Charlie editó en Europa, finalmente, la sesión entera de El Cuarteto del Millón de Dolares, en un doble álbum. En Estados Unidos aun habrían de esperar tres años más a que RCA diera su autorización. Fueron, en fin, momentos afortunados de la historia de la música que no volverán a repetirse, pues a día de hoy todos, excepto Lewis, han muerto. Carl, Johnny, Jerry, Roy y Elvis, gracias por todo.
Músicos: Elvis Presley y Jerry Lee Lewis (voz y piano), Carl Perkins (voz y guitarra acústica), Johnny Cash (guitarra acústica y coros), Jay Perkins, Snearly Ranch Boys y Smokey Joe Baugh (coros), Clayton B. Perkins (contrabajo), W.S. Holland (percusión) y Charles Underwood (guitarra acústica).
1 comentario:
vaya epoca cuando el r,n,r daba hasta dinero impensable hoy en dia
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