Ye-yé

Massiel ganando Eurovisión

El estilo ye-yé no es ni más ni menos que como se llamó al primer pop en España, directo heredero de la música y la estética de los Beatles, los cuales se iban alejando progresivamente del rock and roll, de hecho el término ye-yé proviene de la canción de estos "She loves you (ye-ye-ye)", de 1963. Los Beatles vinieron a España en 1965 calando hondo en todos aquellos que pudieron verlos, sobre todo en las chicas que adoptaron una forma de vestir más provocativa a base de minifaldas y un nuevo corte de pelo más moderno. Quizá por eso fuese en un principio una música eminentemente femenina, y quizá también porque en las chicas estaba mejor visto que adoptaran esos peinados de cazo o una estrafalaria forma de vestir ya que en la machista sociedad española de los años 60 cualquier chico que lo hubiese hecho habría sido tildado de homosexual. De este modo la cantante Massiel triunfa en Eurovisión en minifalda en 1968 con un tema netamente ye-yé, "La-la-la", que sin embargo debía haber sido cantado en principio por un chico, Joan Manuel Serrat. Una verdadera baraunta de chicas se apuntan al sub-género con gran éxito, son Salomé ("Vivo cantando", 1969), que también gana Eurovisión, Jeanette ("Soy rebelde"), Karina o, antes, Vianey Valdez en Méjico, por citar unas pocas. Aunque la más recordada es la que se había adelantado a todas ellas, Concha Velasco y su "Chica ye-yé" ya por 1965. En cuanto a los chicos pudieron abrirse paso poco a poco gracias al camino que habían abierto los grupos de proto-rock hispano como Los Pekenikes, así como el allanamiento de camino que supuso el high-school a dos bandas que representaban el Dúo Dinámico. De esta forma empezaron a surgir grupos cada vez más melenudos y psicodélicos, ye-yés con mala fama aunque eran más buenos que el pan y que encima tenían cierta calidad musical y eran totalmente inofensivos. Son gente de gran éxito como Fórmula V ("Eva María" y "La fiesta de Blas"), Nubes Grises, Los Jóvenes, Los Brincos, Los Diablos ("Un rayo de sol") y, sobre todo, Los Bravos, que con su sensacional "Black is black" se convirtieron en el mayor éxito mundial del rock hispano. A mediados de los años 70 la muerte de Franco trae mayor permisividad en letras y mayor variedad en la música (sobre todo con el advenimiento de la llamada movida) con lo que las juveniles, desenfadadas e inocentes canciones ye-yés (por no hablar de su estética) quedan totalmente desfasadas y desaparecen del panorama musical hasta que los mods más recalcitrantes la toman como suya y la reclaman como bien cultural nacional. En Francia también se dió un movimento ye-yé, aunque menos duradero y más mezclado con otras corrientes musicales. Se originó en las ondas del programa de radio "Salut les compains" y en la revista homónima, siendo desde el principio un fenómeno también femenino aunque por razones algo distintas de las que hubo en España. Allí la influencia de los grupos de chicas americanos como las Shirelles o las Shangri-Las fue muy fuerte, además de la necesidad de cantar al amor y al deseo sexual de una manera subliminal. De este modo destacan France Gall, Briggitte Bardot y, sobre todo, Sylvie Vartan (luego casada con el rockero Johnny Hallyday). Sin embargo es un hombre, el gran Serge Gainsbourg (luego famoso por su genial, y escandalosa entonces, "Je t´aime... moi non plus") el que compone las mayores obras maestras del género, bien para otras cantantes bien para él mismo (también suyo es el posterior disco rockero "Rock around the bunker"). También en Francia se hace la película más representativa del movimiento, "Les idoles" (1968),  ya muy crítica con como los nuevos artistas son meras marionetas de los medios y la industria discográfica, aunque no tanto como lo serán en el siglo XXI. De Francia lo ye-yé es exportado a la Canadá francófona y, timidamente, a Italia donde destaca la cantante Rita Pavone. Ultimamente el movimiento mod ha intentado resucitarlo en toda Europa, disfrazándolo de beat, e incluso grupos muy rockeros como Los Montesas en Alemania sienten gran devoción por este estilo. En fin, se trata de una ramificación mediterranea del pop anglosajón con algunas canciones más que aceptables cantadas por solistas o grupos que rara vez tuvieron más de un éxito y que abarca su periodo 1963 - 1975 en España, que es el país donde más tiempo estuvo en auge y donde más arraigó en la sociedad, hasta el punto que mucho más tarde aun hubo grupos que reivindicaban el movimiento como parte de su bagaje cultural (Glutamato Ye-Yé, por ejemplo).

Serge Gainsbourg (y el bailarín Pierre Cassel) interpretan la soberbia "Chez les ye-ye". Magnífica puesta en escena, incluyendo aperturas de navajas automáticas incluidas cuando dice que, "aunque tenga que matar a alguién me llevaré a mi Lolita ye-yé"