martes, 20 de enero de 2009

Rusty York (Harlan, 1935 - Seminole, 2014)


Su padre, que trabajaba en una mina de carbón de Kentucky, le compró a Charles (ese es su verdadero nombre) una guitarra con mucho esfuerzo cuando este aun era un niño, instrumento que prontó empezó a dominar de forma autodidacta. Pronto, gracias a lo que escuchaba en la radio se aficionó a la música country en su versión más rápida, el hillbilly, cantando a sus compañeros de colegio en el autobús escolar. Cuando tenía solo 16 años su familia se trasladó a Cincinatti y allí conoció a Willard Hale con el cual empezó a tocar en pequeñas funciones locales, ingresos que complementaban su sueldo de pinche de cocina primero y de botones después. Su número consistía en hacer versiones de famosos temas hillbilly, bluegrass y cajún con Charles siendo él el que tocaba el banjo de cinco cuerdas (encandilado por este instrumento al ver como lo tocaba el gran Earl Scruggs). Al poco su hermana le compró una guitarra de segunda mano que tenía el nombre "Rusty" grabado y los patrones de los clubs empezaron a llamarlo así, y con ese nombre se quedó. Rusty conoció a su ídolo del bluegrass Jimmie Skinner y este le aceptó bajo su protección dandole algun empleo, incluyéndolo en su grupo y consiguiendo que fuera telonero de otro grande del género, Hylo Brown. Pero para 1957, con el rockabilly en su mejor momento, su sonido se había quedado anticuado y decidieron actualizarlo girando hacia ese estilo. Un día los de discos King le llamaron y le dijeron "¿Puedes cantar como Buddy Holly?", y Rusty contestó que claro, aunque no tenía ni idea. El disco resultante llevaba pues la versión de aquel, "Peggy Sue" (1957), que, como era de esperar haciendo las comparaciones oportunas, no triunfó precisamente. Se fue entonces Rusty al modesto sello P.J. donde grabó el sensacional y sorprendentemente agresivo rockabilly "Sugaree", basado en una composición más lenta del cantante country & western Marty Robbins. Se oyó bien en Ohio y Kentucky, y Rusty decidió volver a grabar el tema para otro sello de Indiana, a ver si así pasaba lo mismo. A ese paso tendría que pasarse la vida Estado por Estado grabando el mismo disco, pero tuvo la suerte (tras hacer unos duetos con Willard Hale) que los de la importante discográfica de Chicago, Chess, estuviesen buscando un cantante rockabilly que pudiera hacer alguna competencia a Elvis, y le ficharon. Le volvieron a editar "Sugaree" (1959) con más medios, aunque la mejor versión sigue siendo la primera de dos años atrás, gracias a su naturalidad y salvajismo rockero. Entró en las listas nacionales, teloneó a Chuck Berry y abrió el espectacular festival del Hollywood Bowl, en el que había gente como Duane Eddy y Frankie Avalon (aunque cuando abrió el cheque le habían descontado de las ganancias hasta los cubitos de hielo, quedándose en nada). En California se quedó un tiempo, grabando algún tema rockero más como "Sadie Mae" (1960), pero en seguida volvió a la bella Dixie, acercándose a los ritmos tradicionales de su tierra nuevamente, aunque con un poso de buen rock and roll, como son "That´s what I need" (1961) o "Goodnight Cincinnati, good morning Tennessee", esta última de nuevo en King Records. Paralelamente, desde ese momento, se dedicó a la edición y producción construyendo un estudio de grabación en un pequeño bajo comercial de las afueras de Cincinnati (en la Avenida Kinney nº 1594). Este chapucero estudio prosperó hasta el punto de convertirse en la conocida discográfica Jewel, donde, como no, volvió a grabar "Sugaree" por cuarta vez en su carrera. Allí hizo también el dueto casi folk "Barbara Allen" con una tal Harlene y algunas canciones bluegrass con su nueva banda, Los Kentucky Mountain Boys, destacando entre ellas la sensacional "Banjo breakdown", o bien con otros llamados Los Cajuns, uno de cuyos miembros, Hap Arnold, grabó allí también en solitario algún tema bluegrass. Pero York no había olvidado el rockabilly, como demuestran el tardio "Tremblin´" (1962) y que grabara en Jewel a otros artistas del género, como Sharon Lee ("Rockin´ and washing Sue"), una chica que ya había grabado cuatro años antes "No deposit, no return" en el modesto sello Excellent. Si esta cantante influyó tanto al hoy desconocido rockero Andy Quinn ("Rock-A-Boogie") como para dedicarle poco después su canción "Sharon Lee" o se trata tan solo de una casualidad es algo que a día de hoy es un misterio. Pero volviendo a York decir que paralelamente grabó country para otras discográficas, como "Big man, big house" (1966) para Afco. Jewel siguió opernado, haciendo mayoritariamente bluegrass y gospel, pero con áun algunos temas rockeros, como "Jo jo rock & roll" a cargo del imitador de Jerry Lee Lewis, Amon Greer, el instro "Jungle winds" de Bob McCarthy, el inusualmente alegre para los parametros de su autor, el sacro J.D. Jarvis, "My life down here", o el boogie-woogie "A law against you" de Dumpy Rice. A finales de los años 60 se grabó mucho western-swing, soul y garaje, pero también algo de rockabilly, como "He´s sweet I know" (1967), de un desconocido Wilson Mays Jr., de high school, como "Pretty blue eyes" (1968), de Bob Sanderson o una rara especie de rockabilly-cristiano llamado "Jesus is coming soon" (1970) a cargo de una tal Tammy Oliver. Los años 70 diversificó más la oferta, abriendo incluso la filial Rye -que cerró pronto-, aunque siempre dentro del buen gusto, y el propio York grabó un buen tema, "Truck drivers blues" (1972) y editó discos a nuevos rockers, como Ronnie Whetstone & the Wonder Boys y su "Me and my baby´s goin´ rockin´ tonight" (1975), o el rockabilly instrumental "Truck driver stomp" (1976), obra y gracia del violento pianista Bobby Van Hook (un borracho con una mujer yonqui que estaba siempre metido en constantes peleas y en el calabozo y que una vez disparó dentro de un bar). Jewel también editaría a otros grandes del rock & roll como Lonnie Mack, pero si quitamos el álbum "Rock and roll memories" (1979), del propio York, los últimos años del sello estuvieron demasiado alejados del rockabilly. York cerró Jewel en 1989 y vendió el local en el año 2008 (ningún otro negocio prosperó allí, y hoy día permanece abandonado pero en píe, pudiendose dsitinguir la sombra de las letras JEWEL que tanto tiempo estuvieron pegadas en su fachada). Con el dinero York se trasladó a vivir a Florida. Sin embargo no dejó de tocar, convirtiendose además en uno de los mejores tañedores de banjo de todo Estados Unidos, reclamado por grandes estrellas para que las acompañase en sus discos. Desde los años 90 fue reclamado en varios festivales europeos, y así siguió hasta ya entrado el siglo XXI, hasta que murió de un tumor cerebral a los 78 años de edad. Y un aún más triste épílogo: Van Hook, un ejemplo más de increible talento mal encauzado, no volvió a grabar y lo echaron de todos los bares donde tocaba por su comportamiento agresivo, incluso con el público, obligado a emplearse en los trabajos más variados, murió de cirrosis cuando aún era joven. Su hijo tenía el mismo nombre, también tocaba el piano y también era un tipo violento, solo que en 1985 este estranguló y apuñaló hasta la muerte a un homosexual que había conocido en un bar, y fue condenado a muerte, sentencia que se ejecutó en el verano de 2018.
Músicos: Rusty York (voz, banjo y guitarra), Hap Arnold, Bill Lanham y J.D. Jarvis (guitarra), Herman Kress (contrabajo), Rick Sticks (batería), Curly Tuttle (mandolina),  Willard Hale (voz y guitarra) y Billy Thomas (violín).

Cantando "Sugaree" en Cincinatti en 2003. En esta ocasión le acompañan Los Stardevils.

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