Película que casi nadie ha visto pero que se ha convertido en mítica gracias al icono popular en que se convirtió la foto de Marlon Brando subido en su moto, coronada por un premio robado. Su estética de chupa de cuero, camiseta de marinero y gorra de plato marcó a toda una generación de rockers. El film fue considerado escandaloso pues parecía una llamada a la rebeldía juvenil pero visto hoy resulta totalmente inocuo: No ha envejecido bien y las rivalidades entre dos pandillas de motoristas (lideradas por Brando y por un jovencísimo también Lee Marvin) y el pánico que parecen inspirar a los pueblerinos nos resultan hoy un poco ridículos. Ni siquiera hay rock and roll, practicamente ni siquiera estaba inventado.
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