martes, 3 de junio de 2008

Jazz

Louis Armstrong

La comunidad esclava negra del sur de los Estados Unidos desarrolló su expresión musical a través de la improvisación creativa sobre el material que le proporcionaban las músicas religiosas (especialmente, los bailes y rituales vinculados al vudú) y seglares propias traídas de África, la tradición instrumental de las orquestas estadounidenses (sobre todo, las bandas militares) y las formas y armonías de la música europea. Estas primeras manifestaciones musicales afroamericanas eran una mezcla de ritmos e instrumentos asociadas a la vida de los esclavos, por lo tanto interpretadas como canciones de trabajo y de diversión colectiva. La improvisación es ya, en estos primeros momentos, un componente esencial de estas músicas, que las contrapone a la música compuesta de los blancos. Los esclavos fusionaron muchas de sus tradiciones africanas con el cristianismo protestante que les impusieron sus amos, lo que constituirían el caldo de cultivo apropiado para el desarrollo de los Espirituales. En Luisiana, concretamente en la zona de influencia de Nueva Orleans a donde llegaban grandes remesas de esclavos de color, fundamentalmente de la zona occidental de África, la música de los esclavos se mezcló, además, con influencias francesa y española, y al contrario que en muchas áreas del Sur de Estados Unidos, donde el batir de tambores, por ejemplo, estaba específicamente prohibido por la ley, de forma que los esclavos negros tenían que recurrir a la percusión mediante las palmas de las manos y el batir de los pies para disfrutar de sus fiestas y su música característica, en Nueva Orleans la prohibición no tenía vigor en la llamada Place Congo (Congo Square). Allí los esclavos tenían libertad para reunirse, cantar y acompañarse de verdaderos instrumentos de percusión tales como calabazas resecas y rellenas de piedrecitas, o bien del banjo de cuatro cuerdas. Asimismo, se les permitía una gran libertad musical durante los entierros, por lo que aprovecharon este resquicio para dar rienda a todo su enfasis musical. No importaba que se tratase de un momento solemne, y los negros hacian unos desfiles con música animada y bailes, que aún se conserva en la zona. La finalización de la guerra de Secesión, permitió la llegada de gran cantidad de instrumentos musicales a las manos de los esclavos recién liberados, muchos de los cuales tomaron la música como forma de vida. Muchos de estos instrumentos los consiguieron al disolverse las bandas de música del ejército confederado, que durante su rendición o huida los tiraban a la cuneta. Con estos nuevos instrumentos, generalmente de viento, y reuniendo todas las influencias musicales, se formaron las "marching bands", dando aún más animos a los entierros o, ya en otros Estados, a cualquier ocasión que los mereciese. Pronto esas bandas comenzaron a hacer música bailable de la época con instrumentos que se convirtieron así en los básicos del recién nacido y llamado, en principio, ragtime: la corneta, el trombón, el clarinete o la batería. Algunos de estos músicos pioneros consiguieron establecer el aullido, la estridencia, el libre desvarió, dando vida a una más sofisticada versión del ragtime, siendo las formas iniciales del jazz, de raíces populares y tremendamente humildes, el producto de músicos autodidactas. El endurecimiento de las leyes ‘Jim Crow´ en 1894 (que promovían la segregación racial con el tristemente famoso "iguales pero separados") hizo que muchos músicos negros fueran expulsados de diversas bandas que mezclaban a blancos y a negros. A partir de aquí muchos debieron aprender por sí mismos y se movían por el principio de "si no puedes cantarlo, no lo toques". La habilidad de estos artistas musicalmente formados, capaces de transcribir y leer aquello que en gran parte suponía un arte de improvisación, hizo posible conservar y diseminar sus innovaciones musicales, hecho que cobraría una importancia creciente en la ya cercana época de las grandes bandas. La mayoría de las consideraciones musicales relativas al jazz anterior a 1917 son materia de especulación, pues apenas existen grabaciones de lo que hoy se suele conocer como jazz. Se considera a Buddy Bolden, cornetista y director musical, como el primer músico de Nueva Orleáns que tocó jazz. Los primeros grupos musicales que tocaron música jazz se caracterizaban por poseer una sección rítmica cuya función no era melódica y que evolucionaría hasta componerse de piano, contrabajo y batería. En este sentido, la importancia del piano para el nuevo estilo fue fundamental: Mientras que el pianista de ragtime operaba como una entidad autosuficiente que ejecutaba de modo simultáneo los elementos melódicos, armónicos y rítmicos de la pieza, el pianista inscrito en un grupo de jazz se especializaba en el el ritmo y la vivacidad. Pero el instrumento fundamental era la trompeta o la corneta, de ahí que una de sus primeras estrellas, sin duda la más grande del género y la primera en serlo entre el público blanco, fuese el genial trompetista Louis Armstrong. Pero para que el jazz se extendiese fuera de los círculos afroamericanos tuvieron que sufrirse cambios económicos y sociales muchas veces dolorosos, como fue la Prohibición de vender alcohol en los años 20, que dio lugar al surgimiento de miles de divertidísimos garitos ilegales llamados speak-easies, donde la mafia, que regia esos locales, contrataba siempre música en directo, con muchas nuevas melodias que alcanzaron enorme popularidad. Esto conllevó que el jazz fuese vinculado a la vida licenciosa, ganándose las constantes críticas de la prensa por considerarse un síntoma de un generalizado declive moral. Pero cuando terminó la Prohibición la popularización del jazz ya estaba asentada, incluso en todo el mundo occidental, y daría lugar en primer término al blues, el swing y el gospel y, a través de ellos, al rhythm & blues. Pero el jazz siguió su propia evolución interna, así en la década de los 40 nació el bebop en Harlem con grandes estrellas como Charlie "Bird" Parker, Thelonious Monk y Dizzy Gillespie; en los años 50 y 60 se impuso el hardbop en la Costa Este, donde músicos blancos le dieron un toque más culto y funcional y a traves de los cuales haría puente con el rock and roll con la gran Kay Starr como mejor representante en este sentido; luego llegó el free-jazz donde destacó Miles Davis y a partir de los 70 se mezcló mucho con otros géneros dando lugar a, entre otros estilos, al jazz-rock para horror de los puristas. Otras estrellas del jazz han sido Duke Ellington, Count Bassie, Ella Fitzgerald o los primeros momentos de Ray Charles.


Dos grandes del be-bop, Charlie Parker y Dizzie Gillespie, tocan "Hot house" en 1950.

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