jueves, 7 de junio de 2018

Lord Rockingham´s XI (Londres, 1958 - 1959)

Harry Robertson nació en Escocia, estudió piano y arqueología y a principios de los años 50 se instaló en Londres, trabajando como profesor de música y como arreglista para discos Decca. Allí terminó convirtiéndose en el director musical de la estrella emergente del rock & roll británico, Tommy Steele, y poco después ya le había fichado la BBC para que dirigiera la parte musical del programa "Six-five special" (1957), pionero en emitir rock & roll en Gran Bretaña, eligiendo a Don Lang & his Frantic Five como banda fija. El productor era Jack Good, que en seguida se mostró disconforme con el tratamiento que la cadena imponía al programa, incluyendo secciones educativas que no venían a cuento y ralentizaban su ritmo hasta extremos desquiciantes. Así pues se marchó a una cadena de la competencia, llevándose consigo a Robertson, donde le dieron más libertad de acción, creando ambos el que sería el programa más mítico del R&R inglés: "Oh boy!" ("Six-five special" no sobreviviría sin ellos). Robertson no solo fichó como invitados habituales a estrellas como Cliff Richard o Los Shadows, sino que creó su propia banda fija del programa, a la que llamó Lord Rockingham´s XI, en referencia a un conocido noble con la palabra rock en el título, y al número de miembros que la componían. Robertson, al que la gente empezaría a llamar Lord Rockingham por ser el líder de la banda (lo que le costó una demanda del verdadero Lord), reclutó a los mejores músicos disponibles, de forma que entre Los 11 del Señor de Rockingham estaban grandes del jazz como Benny Green, Don Storer, Ian Fraser o Cherry Weiner, sudafricana pionera en su país del rock & roll merced al temprano tema "Flying high", a dúo con el acordeonista Nico Carstens. El conjunto no se limitó a acompañar a los ilustres invitados que venían a cantar al programa, también hicieron carrera propia haciendo rock instrumental (aunque quizá demasiado orquestado), destacando temas como "Fried onions" (1958), "Hoot mon" (una adaptación rock que hizo Robertson del popular himno escocés "100 gaitas"), que llegó al número uno de las listas británicas, o "Wee Tom" (1959). Salieron de gira por el país, pero cuando Good se embarcó en el proyecto televisivo "Boy meets girls" (un vehículo de lucimiento para el rockero Marty Wilde), "Oh boy!" se canceló y el conjunto se disolvió. Robertson montó el musical "Fings ain´t wot they used t´be" (1960), sobre el mundo de los teddy-boys, dirigió la entrada del Reino Unido en el festival de Eurovisión (1961), hizo el musical "Maggie May" (1964) sobre prostitución y rock & roll, escribió multitud de bandas sonoras para películas de terror de la mítica productora Hammer desde 1969 hasta 1976, y fue co-autor, junto a Good, del musical "Elvis" (1977). En los años 80 se dedicó a hacer bandas sonoras y guiones para películas de bajo presupuesto, y, víctima de una delicada salud que le acompañó toda su vida, falleció en 1996 cuando solo tenía 63 años de edad. Green se hizo comentarista radiófonico y escribió libros y artículos sobre música, deportes y cine. Falleció en 1998 a los 70 años de edad. Fraser se convirtió en director musical de espectáculos de Broadway, en los años 70 intentó enderazar las decaidas carreras de antiguas estrellas como Julie Andrews o Bing Crosby y en los años 80 fue director de la entrega de los premios Emmy. Falleció el año 2014 a los 81 de edad. Weiner se casó con Storer y actuaron como dueto durante los años 60, teniendo bastante éxito curiosamente en Alemania. Storer murió en 2006 y ella marchó a Estados Unidos, donde encontró trabajó tocando para otros, y así estuvo hasta 2014, año en que le sorprendió la muerte en Las Vegas a los 79 de edad. Su amigo Carstens, una institución de la música tradicional del África blanca, murió en 2016, a los 90 años de edad. Good, que revivió brevemente el programa "Oh boy!" en 1979 y a principios de los años 80 hizo algo similar con "Let´s rock", se convirtió al ultra-catolicismo poco después, renegando de su vida pasada y llegando a pintar murales donde representaba a la televisión como el mismísimo Diablo. Falleció el año 2017, por complicaciones derivadas de una caida, cuando tenía 86 años de edad.  
Músicos: Bernie Taylor, Eric Ford y Kenny Packwood (guitarra), Ronnie Black (contrabajo), Don Storer (batería), Harry Robertson e Ian Fraser (piano), Benny Green, Red Price, Rex Morris, Cyril Reubens (saxo), Cherry Weiner (órgano), Reg Waller (percusión) y Jack Good.   

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