lunes, 15 de enero de 2018

Fraternity Records (Cincinnati, 1954 - 1975)

Harry Carlson -en la foto-, nacido en 1904 en Funk (Nebraska) y desde muy joven se dedicó a la música, primero componiendo y luego dirigiendo alguna big band de swing y jazz en los años 30. Tras salir de gira por todo el país en los años 50 se estableció en Cincinnati (Ohio), por entonces una de las ciudades con mejor ambiente musical, componiendo pero también trabajando como fotógrafo. Tras conocer al crooner radiofónico local Dick Noel se decidió a fundar su propia discográfica para lanzar su carrera nacionalmente. El nuevo sello empezó de forma modesta, de hecho se llamó Fraternity porque el primer single hecho, cantado por Noel, por supuesto, era un himno de fraternidad lanzado en una ínfima tirada que se regaló a los miembros de dicha fraternidad. Operaba desde el hotel Sheraton en pleno centro de la ciudad, donde Carlson vivía con su mujer. Quedaba allí con los músicos y juntos iban a un estudio de grabación alquilado. Luego enviaba las maquetas a la fábrica de planchado de discos de RCA y estos se los devolvían directamente al hotel. Entonces el amable y extremadamente educado Carlson y su esposa los mandaban por carta a grandes personalidades del negocio en todo el país, diciendo siempre que el disco en cuestión iba a ser un gigantesco éxito u otras exageraciones, y lo curioso es que el truco publicitario funcionaba. En principio sus tendencias musicales eran altamente conservadoras, dedicándose casi en exclusividad a la música ligera que hacían los cantantes populares de la época, por más que el rock & roll ya estaba surgiendo con fuerza. Con crooners locales como Cathy Carr (nº2 en las listas) o instrumentistas de jazz y swing como Margie Meinert o el célebre Jimmy Dorsey (que murió pronto mientras trabajaba para la casa), Fraternity empezó a prosperar lo suficiente para tener mayor tirada y para crear su propio y luego conocido logotipo: las estrellas fugaces dando vueltas por el disco. Con la excepción de una versión del "Miss Fanny Brown" (1956) por parte del quinteto de jazz de Johnny Hamlin, toda una rareza en su discografía (estos aún grabarían algunos discos de jazz hasta mediados de los años 60, contando con la aportación de cantantes como Hal Dickinson o Marci Millier, antes de disolverse), Carlson se resistía a grabar rock & roll en su empresa, para él poco menos que un sonido de la jungla que sin duda pasaría de moda pronto. Pero cuando pasaban los meses y era evidente que no solo esto no iba a ser así, sino que lo que quedaba totalmente obsoleto eran sus cantantes melódicos, tuvo que dar su brazo a torcer y empezó a contratar tal cantidad de cantantes de rockabilly, doo-wop y rock & roll que Fraternity se convertiría en uno de los referentes rockers en el Norte estadounidense, prestando especial atención a las cantantes femeninas. Así, grabaron allí Sparkle Moore, Dale Wright, Bob Temple, Ruby Wells, The Dozier Boys, Bobby Bare (nº 2 en las listas), Carl Dobkins Jr., Robin Hood Brians, Donnie Bowser, Bonnie Lou, Russ Carlyle, Bobby Wilson, The Jive-A-Tones, Bing Day, Bill Parsons, Jackie Dee, Judy Carman, The Hometowners, Richard Turley, Luther Brandon, Jack Larson, Jesse Lee Turner, Jimmy Jeffers, The Carnations, el cómico Clarence Loos (el cual hizo la parodia rockera "Somebody else is taking my place". Loos,  un clásico de los espectáculos de variedades del Medio Oeste, moriría de viejo en 2012), The Charmaines, Cecil Mack, Jerri Adams (realmente una cantante romántica con puntuales acercamientos al high school), Lonnie Mack (nº 2 en las listas), Vicki Spencer, The Twilighters, Harvey Connell & the Efics, Linda Manning, Glenn Mooney, Arlie Nevil, Chuck Howard, Carl Edmondson, Kenny Smith, The Red Coats, Bob Braun, Denny Rice y The Casinos. ¡Total nada!. Pero también pasaron por la casa artistas del rock & roll totalmente olvidados y perdidos, que no tuvieron ninguna repercusión pero que merecen que se nombre su pequeña aportación al género. Son gente como Bob Temple y su high school "Gonna see my baby tonight" (1957), el cual venía rebotado de discos King, donde  había grabado la áun más rocker "Vim Vam Vamoose"; Joe Bruce & the Steppers con su rock & roll luego reeditado en el sello Robin "O.K. I´m on my way" (1958); el rock instrumental de Danny Bell & the Bell Hops ("Chili with honey"); el doo-wop de unos The El Torros ("Love is love") que no deben ser confundidos con los más conocidos El Torros de San Luis; el rock and roll exótico de Bill Waters ("I really mean It"); el puro rockabilly "Talk to me baby" (1959) de Johnny Scoggins; el ecléctico Elson Smith en su bailable a la moda "Whistler´s twist" (1961) o el más hillbilly "With a banjo on my knee!" (Smith ya había grabado el high school "Flip flop" en discos Epic y aún grabaría el country "The gospel singer"); el rock & roll con toques más modernos de Max Falcon en "Back money guarantee" (1962), un canadiense que en otros sellos ya había grabado "Let´s twist and hop" y aún grabaría "Southern love"; o el high school Tater chips" (1963) de Freddy Vaught. Pero mediados los años sesenta todos estos buenos géneros perdieron auge en pos del mersey beat británico, el soul, el nuevo country y el garaje, y Carlson los dio de lado, cosa curiosa si tenemos en cuenta que en cambio siguió confiando en anticuadas bandas de jazz y en crooners, como no había dejado de hacer en níngún momento. Fraternity tuvo algunos grandes éxitos en los añós 50, pero quitando las buenas ventas de Los Casinos, su mejor baza del momento, los años 60 experimentaron un fuerte bajón y para los años 70 se llevaban años en los que se podía decir que nadíe había triunfado a lo grande allí. Así que, cansado, Carlson cerró la discográfica en 1975, vendió los derechos del nombre (esta nueva Fraternity, que poco tiene que ver, solo ha de destacarse por ser pionera en grabar a inútiles del rap) y se retiró a vivir una merecida jubilación en Florida, donde murió en 1986. Cathy Carr, que le consiguió el primer éxito y no lo tuvo fuera de la casa, murió dos años después de cáncer de ovarios. Su amigo Noel, que hizo buena parte de su carrera en Fraternity, se trasladó a Chicago, donde a ser conocido por el gran público como El rey de las sintonías, por el trabajo que hizo en la radio de allí. Le fue muy bien con el tardío álbum "A time for love" (1978) y se retiró a California en los años 80, falleciendo allí, ya anciano, en 2017. Mientras tanto, la brutal expansión en vértical del centro de Cincinnati en esos años derribó el viejo edificio de Fraternity y hoy día ni una triste placa recuerda su existencia.
 

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