lunes, 9 de octubre de 2017

"Estos son los condenados" (Joseph Losey, 1963)

A principios de los años 60 los mayores miedos de los ingleses eran un holocausto nuclear y los teddy boys, y para muchos no por este orden pues los teddys habían protagonizado muchos incidentes violentos ultimamemte. Si los aunamos en una sola película el resultado está aquí, pero algo que así planteado podría parecer demencial en manos de tipos de talento como son el director Joseph Losey y sus guionistas da como resultado una muy buena y entretenida película. Situada estrategicamente y de forma casualmente oportuna entre la crisis de los misiles de 1962, que puso al mundo al borde de una guerra nuclear, y los enfrentamientos entre mods y rockers en las playas de Brighton (sur de Inglaterra) en 1964, el argumento está localizado en las playas de Dorset (sur de Inglaterra) en 1963, donde un grupo de rockers liderados por un teddy boy se verán mezclados en un proyecto secreto del gobierno para criar niños superdotados radioactivos inmunes a la bomba H. Presentada, tanto por el título como por la cartelera, como una película de terror de serie B, no es tal. Es una obra de suspense, acción y denuncia, con elementos rockeros, que gracias a un guión y diálogo ingenioso la transforman en una pequeña joya aun desconocida para muchos. Un final tremebundo y valiente, unos actores atractivos en los principios de sus gloriosas carreras y elementos de ciencia-ficción que, acertadamente, adelantan inventos del futuro (la video-conferencia, los sensores, los circuitos cerrados de cámaras de seguridad...) redondean la obra. Por lo que aquí nos toca tiene la importancia añadida del protagonismo de una panda de rockers motorizados liderados por un teddy boy -o lo que Losey cree que es un teddy- apodado muy significativamente El Rey (interpretado por el gran Oliver Reed), que usan a la preciosa hermana de este (Shirley Anne Field) para atraer a los incautos y desvalijarles y apalizarles en algún perdido callejón.  No en vano, su himno y tema principal del film es "Black leather rock", que aunque musicalmente fue compuesto en cinco segundos en una servilleta (una cosa así como los votos del bromista referendúm de independencia de Cataluña), la letra, obra del guionista Evan Jones y el propio director, dice cosas como "¡Cuero negro, destroza, destroza. Cuero negro, aplasta, aplasta. Cuero negro, mata, mata!". Es prácticamente la única canción usada en el film, si exceptuamos un "Rock & Roll boogie" que se oye de fondo durante una breve secuencia. Considerado un film de culto (es decir, amado por minorías pero que ni Dios vio en su día) el grupo punk The Damned (Los Condenados), por ejemplo, se puso ese nombre en homenaje a esta película que no os debeis perder.

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