domingo, 21 de diciembre de 2014

Bobby Grove (Oneida, 1933 - Hamilton, 2018)

Nacido en Kentucky, su verdadero nombre era Robert Musgrove, se aficionó desde niño a la música country, comenzando a tocar, pero tan solo para familiares y amigos. Cuando fue reclutado para luchar en la Guerra de Corea, empezó a tomarse más en serio la música, actuando para la tropa y finalmente, tal era su calidad, haciendole actuar la oficialidad en cuarteles de todo aquel país asíatico para animar a la tropa. De vuelta a Estados Unidos los mandos le siguieron usando para actuaciones en cuarteles de la nación,  y fue durante una de estas giras castrenses que fue visto por la estrella del country Roy Acuff, el cual se lo llevó con él a Nashville, ya meca de la música country. Fue así como se dejó el ejército y empezó a ganarse la vida con la música, consiguiendo un trabajo fijo en una radio de Chicago y luego en el show televisivo Ozark Jubilee. Finalmente recaló en una emisora de la localidad de Newport que, aunque modesta, era una magnifica plataforma de lanzamiento ya que al otro lado del río y dentro de su radio de emisión, estaban las importantes discográficas de Cincinnati, entre ellas la especializada en hillbilly, King. Así fue como le ficharon, editándole una buena serie de discos hillbillys entre los que destaca el ya evolucionado "No parking here" (1956), y sobre todo su incursión en el rockabilly, aunque tímida y todavía ligada al country, "Whistle on the gravy train" (1957). Actuó de telonero de grandes estrellas a caballo entre el country y el rockabilly en aquel entonces, como Ferlin Husky, Faron Young o Brenda Lee, grabó también en el sello Lucky "Jealous dreams" (1958) y su ascenso al estrellato parecía asegurado. Pero entonces sufrió un ataque de artritis reumatoide que le dejó inútil para tocar la guitarra. Se cancelaron todos sus contratos, lo cual fue un auténtico varapalo pues acababa de casarse y tenido un hijo al que alimentar. Tuvo que ponerse a mal-tocar en un garito de mala muerte llamado El Pozo de la Serpiente, un local al que el mismo Grove llama "un agujero del Infierno", lleno de borrachos, prostitutas y gentuza de todo calibre. Allí estuvo tres años tocando cinco horas cada noche los siete dias de la semana hasta que una noche se presentó un predicador e interrumpió el concierto para intentar salvar las almas de los presentes. Lo echaron a patadas, pero tocó la sensibilidad de Grove, que dejó el trabajo al día siguiente. Una mala jugada, porque por entonces ya tenía cuatro hijos a los que alimentar y no sabía hacer nada excepto cantar y tocar. Él y su mujer se tuvieron que poner a trabajar en los empleos más penosos, siempre al borde de la inanición. Pero entonces los Oak Ridge Boys, un grupo de country religioso y de gospel, llegaron a su ciudad e invitaron a cantar con ellos al otrora casi-famoso Grove. Esto le hizo ver la luz, y tras cantar en las iglesias y recolectar algo de dinero fundó su propia discográfica (llamada Oak en homenaje al conjunto que le quitó la venda de los ojos) a través de la cual dar a conocer la palabra de Dios por medio de la música. Son temas de country hablado como "El Ministerio de Pablo" (1962), "Debe haber un Dios en alguna parte" (1965), "10.000 ángeles" (1966), "Si pudiera oir a mi madre rezar otra vez" (1967), en el sello G&R, "Jesús es un hombre con alma" (1970), esta en el sello Mastertone, "Jesús, este es Jimmy" (1975) o "Y entonces Jesús vino" (1976), alguna de las cuales no está nada mal, en serio. Desde entonces el reverendo Grove, grabó más de 50 álbumes y con el dinero recaudado fundó una asociación de ayuda a los mendigos, labor en la que siguió hasta su fallecimiento, con el cielo más que ganado, a los 83 años de edad.
Músicos: Bobby Grove (voz y guitarra).

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