viernes, 4 de enero de 2013

"En busca del Rey Sol" (Don Bluth, 1991)

 
Esta película de dibujos animados (mezclados en breves momentos con imágenes reales, como para dar una respuesta a "¿Quién engañó a Roger Rabbit?", todo un éxito en ese campo en esos años) está basada en la obra "Chantecler", de Edmond Rostand, donde se buscaba valorar la sinceridad y la naturalidad ante el cinismo que consideraba imperaba en su época. En esta versión moderna Chantecler es un gallo rockero, con inmenso talento para cantar. Es el rey de la granja en la que vive, no solo por sus dotes musicales sino porque cree -y todos los demás animales- que el sol sale cada mañana porque él canta. Cuando por accidente se descubre que no es así, todos le pierden el respeto y se marcha a la ciudad. Pero cuando el sol deja de salir algunos animales van a buscarle (en compañía de un niño que se ha convertido en gato en sueños -y que, por cierto, dormía con una bandera sudista-). Allí Chantecler se ha convertido ahora en El Rey del Rock and Roll, el más famoso y millonario músico del mundo que, sin embargo, no es feliz al no tener verdaderos amigos, estar dominado por su tiránico (aunque competente representante) y estar atrapado en una mediocre carrera cinematográfica. Los animales le devolverán las ganas de vivir y de ser verdaderamente volviendo a la vida más "auténtica" de la granja. Como veis la vida que lleva Chantecler es un resumen de la de Elvis (al que se parece en peinados, vestuario, movimientos y en mil detalles más) y la banda sonora, aunque algo escasa, acompaña en este aspecto de forma notable. De hecho las canciones del Rey las interpreta, con coros de Los Jordanaires (los verdaderos de Presley) el gran cantante de country y rock and roll Glenn Campbell ("Sun do shine", "Come back to you", "Treasure hunting fever", "Back to the country", la que da título a la película en su versión original, "Rock-a-Doodle" (que hubiera sido más acertado. En Hispanoamérica se llamó "Amigos inseparables"), una de ellas a dúo con Ellen Green ("Kiss´n´Coo"), la cual, por cierto, también canta una en solitario ("Sink or swin") ya que da vida a uno de los personajes. Del mismo modo el veterano actor Christopher Plummer, que presta la voz al Gran Duke, canta aquí, y no mal, tres temas ("We hate the Sun", "The owls´ pic-nic" y "Tweedle Te Dee") y hasta el narrador, Phil Harris, canta uno ("Tyin´ your shoes"). La banda sonora se completa con unos coros vaporosos titulados "Bouncers´ theme song". Algunos aspectos humorísticos también son buenos pero por desgracia una cosa estropea lo que podría haber sido una gran película: La voz en off explicativa del citado Harris, constante e innecesaria, que no deja oir ni las canciones y que haría perder la paciencia al más templado. La explicación del director especialista en animación, Don Bluth, era tratar de dar más fidelidad a la obra de Rostand, pero el resultado le quita la razón. En España el resultado fue peor aun si cabe, pues la canciones las dobló José Luis Orozco.

2 comentarios:

Punk Friki dijo...

¿Y si todo proviniera de un tal "Cakewalk": ferias de finales del XIX donde músicos europeos inmigrantes cantaban, bailaban y tocaban en pueblos, dando origen al ragtime, que después influenciaría al jazz, al blues y al rock?

Tema para una tesis doctoral, rocket. ¿Valdría la pena investigarlo? ¿Y si el rockin fuera finalmente cultura europea?

http://www.youtube.com/watch?v=7sDnVIeSn_k

Jesus el Rocker dijo...

Si,podría ser. ¡Y qué bien se lo pasaban oye!