jueves, 13 de enero de 2011

Gloria Ríos (San Antonio, 1928 - Méjico D.F., 2002)

Chicana nacida en Tejas, Gloria fue siempre una gran aficionada a cantar y a bailar y además, ya en su adolescencia, se convirtió en una muchacha guapísima por lo que su triunfo en el mundo del espectáculo estaba asegurado. Pronto, debido a su belleza y soltura, será contratada como corista en algunos espectáculos y así es como conocerá al cómico Resortes, con el que se casará y tendrá una hija (luego cantante de jazz) y gracias al cual entrará de lleno y definitivamente en el mundo de la farándula. Ambos se establecen en Méjico, donde Resortes es muy popular, y Gloria empieza a aparecer en varias películas, meoldramas bastante malos pero que le dan cierta fama. Una vez divorciada se hubo de volcar en espectáculos de revista, aunque consiguió un buen papel en una musical junto a Leo Acosta y poco después se la incluyó en una innovadora revista musical llamada "Del charlestón al rock and roll" (1955), donde se daba un repaso a la historía de los nuevos y alocados ritmos yanquis, incluyendo la última y revolucionaria aportación. La intervención de Gloria fue aquí muy importante, no solo por su imponente presencia física sino por su dominio del inglés que hacía que el rock & roll sonará más real a los espectadores, siendo ella la primera mujer en interpretarlo fuera de los Estados Unidos. Se especializó pues a partir de entonces en este género, como muestran sus singles "Hotel de los corazones rotos", "Allí nos vemos cocodrilo" o "El relojito" (1956), que podeis imaginar que temas versioneaba, editados por la todopoderosa RCA. Este último tema era una secuela de la película "Juventud desenfrenada", donde ya aparecía bailando al son de la orquesta de Mario Patrón (con el que se casó), siendo muy imitado su estilo de baile por las chicas, en unos movimientos que adelantaban en años la llegada del twist. Luego consigue papeles protagonistas en otro films promocionales del género como "Las locuras del rock and roll" o "La rebelión de los adolescentes" (1957), haciendo también múltiples apariciones en radio y televisión y convirtiéndose en una estrella. Pero sus canciones realmente no llegaban a los jóvenes, potenciales clientes del rock, pues para ellos Gloria era solo una vedette de teatro muy del gusto de sus padres, no se identificaban con ella, que ya rondaba la treintena y vestía de modo convencional, ni con su orquesta, formada por serios músicos profesionales de jazz incapaces de adaptarse totalmente al nuevo ritmo. Lo que es más, los adolescentes que hubieran querido no podían verla en directo pues no se permitía pasar a menores a esos espectáculos de variedades. La llegada de grupos más juveniles, con aspecto de rebeldes, con temas propios e instrumentos rockeros implantaría el rock & roll en Méjico con un empuje tal que practicamente todo el mundo se olvidó de la existencia de Gloria. Le había pasado exactamente lo mismo que al padre del rock estadounidense, su adorado Bill Haley, solo por haber tenido la mala suerte de nacer unos cuantos años antes de lo debido. Gloria se pasó entonces nuevamente a las películas dramáticas, quizás más acordes a su edad, pero terriblemente aburridas y obsoletas por lo que abandonó el cine por la puerta de atrás. Como salida de emergencia Patrón y ella acordaron una gira por Europa en 1960, teniendo cierto éxito en Alemania con una pícara canción que Gloria interpretaba competentemente en alemán. Sin embargo a la hora de volver el promotor les estafó, dejándoles tirados y sin el dinero, por lo que les dejaron embarcarse solo a cambio de que Gloria hiciese los espectáculos del barco gratis. Los pasajeros quedaron entusiasmados (Gloria no solo cantaba y bailaba sino que tocaba practicamente todos los instrumentos) pero ya en Méjico se encontró con que estaba en la ruina más completa y que había que empezar de nuevo. Contrató a un grupo amateur de rock and roll, Los Novels, a los que vió tocando en la calle en 1966, pero este intento postrer ya no dio ningún resultado y decidio retirarse de la música en 1971 para dedicarse más a su familia (tenía tres hijos). Más adelante se dedicó a profesora de baile, destacando entre sus alumnas la estrella mejicana Silvia Pinal, pero mayormente permaneció retirada hasta que, injustamente olvidada por todos lo medios de comunicación, falleció la pionera del rock en castellano a la edad de 74 años.
Músicos: Gloria Ríos (voz, guitarra, piano y batería), Tomás "La Negrita" Rodríguez, Héctor Hallal "el Arabe" y Chilo Morán (saxo), Leo Acosta (batería), Enrique "El Jeep" Almanza (contrabajo), Mario Patrón (piano), Las Estrellas del Ritmo, Los Novels y las orquestas de Pablo Beltrán Ruiz, Héctor Ortega y Cuco Valtierra.

"El relojito".

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